Desde Chile para el Mundo.

Saturday, December 15, 2007

Excellere 49, octubre 2007

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EZINE 49
EXCELLERE
CASA JUILLET

Octubre 2007.

Contenido:

1.-Editorial: satelite chino orbita la Luna, Por el Director Shafer
2.-Nostradamus el vidente, por Outer Limit
3.-La Tierra Hueca, por Nick Decker

Editorial, por el Director Shafer.

Los Chinos han puesto un satelite en orbita lunar; pesa mas de una tonelada, y ejecutara tareas de fotogrametria y composicion de suelos; es decir, se tiraron con todo, y cartografiaran hasta el ultimo rincon, ademas de buscar un metodo de satisfacer la tremenda demanda de territorios que necesitan. Por supuesto, en esto Estados Unidos, el que la lleva en la actualidad, seguramente va a tratar de que no se metan adonde ellos mismos quieran meterse; ese seguramente es el tema de renovacion de sus deseos de llegar a la Luna ? Porque dejaron el camino abierto por el Presidente Kennedy ya hace 37 anos, cosa que da que pensar, cuando se dice que nunca llegaron alla.
Ojala los Chinos no dejen botado el proyecto, y el futuro nos vea repartidos por los planetas y satelites del Sistema Solar, ya que con una de las guerras que son promovidas por importantes naciones, pueden hallarse con alguien que tenga bombas de fision del atomo, y junto con la sorpresa nos friamos todos los demas.

1.- Caminata espacial, por Eric Mataxas.
Scott Parazynski es el experto en caminatas espaciales , y estando en el transbordador Discovery, desenredo cables que habian impedido extenderse los largos paneles solares de la Estacion Orbital Internacional , en este mes de noviembre.
Es decir, fallo el sistema de extension; alguien equivoco el camino, y no hizo las cosas bien, en Tierra.
Para que quedara mejor, debieron ponerse refuerzos, que Scott P. Puso durante un trabajo de siete horas de duracion. Estos paneles tienen un largo de treinta y tres metros y medio, asi es que la cosa fue interesante. A futuro, llegara a integrarse a esa Estacion Orbital un llamado laboratorio europeo, que potenciara los trabajos que se ejecutan en ese artefacto.
Scott trabajo en el extremo de un brazo robotico de 27 y medio metros de largo; algo que lo enaltece por su valentia.



2.- Nostradamus el Vidente , por Outer Limit
Hace muy poco se dio ,por Television pagada, un programa en que se narra someramente la vida de Nostradamus, aquel Judio que tenia padre y abuelo videntes, y que adivino muchas cosas del futuro, en una epoca remota y en la cual la (ahora) beatifica iglesia catolica quemaba, torturaba, machacaba y laceraba a quienes eran acusados de brujos, adivinadores, lectores de libros "prohibidos" por esa misma iglesia; y es que en esa epoca los reyes se apoyaban en la idea de que Dios (ese ser espiritual aun no detectado por la Ciencia) ponia a los reyes de cabeza directora de los pueblos= igual es decir, que la religion catolica apoyaba esa idea, con sus mensajes dominicales, sus tribunales de la Santa Inquisicion, y por supuesto, de un cuerpo de guardias y torturadores.
Eso lo digo, para situarse en el contexto pertinente; ahora la Iglesia Catolica esta retenida por la informacion y conocimientos modernos; se ha retraido a temas sociales y ya no tortura en el potro.
Nostradamus , mas que ver cartas y hacer horoscopos basados en los movimientos de los astros nocturnos, era un vidente: el sistema es el siguiente: primero que nada, se debe traer el don de nacimiento; luego, hay que poner una batea metalica con agua en un tripode formado por tres ramas gruesas sin trabajar, y la persona se inclina sobre el agua, para mirar alli lo que su cerebro le va a mostrar - al estilo de un trauma nervioso histerico- esquizofrenico, como se dice ahora. Sobre su cabeza y cuerpo cuelga un pano blanco , asi como si fuera una capa . Se revuelve el agua con una varilla de madera, y se recita alguna encantacion a gusto del vidente; en esa epoca (y teniendo en cuenta el poder de la iglesia catolica) era mejor rezar e invocar a Dios Jehova; supongo que cualquiera invocacion servira, si el vidente cree al menos en un ochenta por ciento en lo que esta diciendo.
Ahí vera cosas, pero tambien, debera darle un sentido logico, ya que vera en forma onirica : cosas inconexas, visiones de personas, cosas, accidentes naturales, fuegos, etc., que debera tratar de poner en limpio- ahí la cosa se pone dificil, ya que si no "interpreta" como es debido , caera en hablar leseras y basarse en mentiras- se ve como Nostradamus, al inicio de su carrera, se equivoca y lleva a un pueblo a su mujer e hijo, los que mueren de la Peste Negra, que entonces era una pandemia real (no como la de los pollos (aviar) que se trata hoy de aumentar por ya saben quienes, pero que no les ha dado resultado, pues los muertos por esa causa es menor a la de los resfrios.).
He leido sus "Cuartetas", y por supuesto, el hombre es cosa seria; casi le adivina el nombre a Hitler ("Hister") y que de Germania saldran bestias mecanicas a desolar Europa; cosas asi que ya no son para seguir dudando de los poderes de ese judio .
Me recuerdo que pone nombres a los papas hasta un cierto numero; luego dice que en ese ultimo papa nombrado, ya no habra mas, porque se acabara el mundo. Y creo que falta uno o dos mas, para que llegue ese dia de prueba maxima de sus predicciones ! Fin.



3.-LA TIERRA HUECA , por Nick Decker
Halle esta leyenda que es interesante, porque habla de aquello antiguo que se dice y no se condice con la ciencia oficial. Que la Tierra, si fuera densa, tardaria mas en dar su vuelta al sol, atraeria a la LUna hasta hacerla caer sobre ella, se trizaria con facilidad, etc.
Esta es la leyenda:
Cuentan los últimos macuxíes (del norte del Amazonas), que hasta el año 1907 entraban por una caverna y andaban entre trece y quince días, hasta llegar al interior. Allí, "del otro lado del mundo", viven los "hombres grandes", que miden entre tres y 3,5 metros. Son muy buenos pero hay que respetar sus indicaciones. La consigna de los macuxíes del lugar, era custodiar la entrada de la caverna, impidiendo el acceso a todo otro ser que no fuera alguno de los autorizados de la tribu. Cuando el gran viento que recorría el enorme túnel empezaba a soplar hacia afuera, (tenía ritmos de cinco días hacia afuera y otros tanto hacia adentro) podían comenzar a descender las escaleras (de 82 cm. de altura cada escalón), y las escaleras terminaban al tercer día (contaban los días con el estómago y los períodos de sueño, lo que resulta sumamente exacto). Allí dejaban también los breos (antorchas hechas con palos embebidos en brea de afloramientos petrolíferos cercanos), y continuaban iluminados por luces que simplemente estaban colocadas allí, grandes como una sandía y claras como una lámpara eléctrica. Cada vez andaban más rápido, puesto que iban llevando menos peso e iban perdiendo el peso corporal. Atravesaban cinco lugares que estaban muy bien delimitados, en medio de unas cavidades enormes, cuyo techo no era posible ver. Allí habían -en una de las salas- cuatro luces como soles, imposible mirarlos, pero que seguramente no era tan altas como el sol. En ese sector crecían algunos árboles de buenos frutos, como cajúes, nogales, mangos y plátanos, y plantas más pequeñas. Por la descripción comparativa con ciertos lugares de la zona macuxí, esa sala tendría unos diez kilómetros cuadrados de superficie "transitable" y vegetada, y otros sectores inaccesibles y muy peligrosos, con piedra hirviendo, así como unos arroyos de azogue (mercurio, que los macuxíes conocieron en el presente siglo su uso para amalgamar el polvo de oro, merced a los garimpeiros que hoy contaminan con él las aguas amazónicas). Luego de estas cinco grandes cavidades, en un punto situado más allá de medio camino, debían tomarse de las paredes, y con cuidado impulsarse porque "volaban" (es decir que estaban ingrávidos como un astronauta).
El viento que había comenzado a soplar hacia afuera, no era obstáculo al iniciar el descenso, pero si lo intentaban al revés, la violencia del remolino les podía arrastrar al abismal túnel, y el cadáver -golpeado mil veces- no se detendría hasta un día de marcha, cueva adentro. Respetando este ciclo, iniciando la marcha con viento en contra (que era a favor de su seguridad) bajaban tres días por escaleras; y luego de dos días de marcha por túnel angosto, ya sin escaleras, el viento volvía hacia adentro, de modo que cuidaban los pasos desde el día de la partida, para no dejar arena removida o guijarros sueltos que luego se estrellarían en sus espaldas. Aún con viento a favor -ya en el séptimo u octavo día de marcha-, llegaban a la zona "donde todo vuela", es decir al medio de la costra del planeta (el medio de la masa, magnéticamente hablando, que no es el centro geométrico de la Tierra, sino cualquier punto en medio del espesor de la corteza). A veces el viento era muy fuerte, y en vez de tomarse de las paredes para impulsarse, debían hacerlo para frenarse y no ser golpeados. Generalmente duraba desde poco menos de un día hasta día y medio, la travesía sin gravedad. Algunas veces debieron aferrarse a las salientes pétreas o a hierros que habían "desde antes" clavados en la roca, y esperar dos días a que amainara el viento. Luego seguían el camino caracterizado por arroyos con aguas muy frías que atravesaban la caverna, y entraban a una especie de gran vacía, mayor que las anteriores, donde habían unas cosas brillantes, de forma similar a los panales de abejas, de unos diez metros de diámetro, situados sobre un vástago, como un tronco de árbol, a una altura imprecisable por la memoria de los últimos macuxíes que viven recordando aquello, aún con cierto temor a las represalias de "los hombres grandes".
Los viajeros iban recobrando el peso, pero no llegaban a recobrarlo totalmente, porque aparecían en "la tierra del otro lado", donde todo es un poco más liviano, el sol es rojo y siempre es de día, sin noche, ni estrellas ni luna. Allí permanecían unos días, disfrutando de unas playas cercanas, volviéndose más jóvenes. (Lo que recuerda a Apolo, que iba al Olimpo a rejuvenecerse) Los macuxíes conocían muy bien el Atlántico, pues estaban -"afuera"- a unos trescientos kilómetros de la costa, y no era éste el mar). Los gigantes les daban unos peces muy buenos y grandes, cuya carne no se descomponía hasta dos o tres meses de haber sido pescados. Con esa preciosa carga, manzanas más grandes que una cabeza y uvas del tamaño de un puño, además de mucha energía corporal, volvían acompañados de algunos gigantes que les ayudaban con el enorme peso que traían. El viaje de vuelta se iniciaba con viento a favor, para volver a tenerlo a favor también en la última etapa, al subir los tres últimos días por las escaleras, cuyos últimos restos existen actualmente.
La creencia -o conocimiento- de los macuxíes, es que si respetan las pautas dadas por los gigantes, luego de morir aquí afuera, nacerán entre ellos, allá adentro. Cuentan que algunos macuxíes no morían, sino que se transformaban (¿transfiguraban?) en casi-gigantes y se quedaban en el interior. Esto requería principalmente, no tener hijos aquí afuera.
La tragedia para los macuxíes sucedió en 1907. Tres exploradores ingleses, llegaron en nombre de su reina, buscando diamantes. La zona macuxí es aún actualmente un poco diamantífera, pero ya se la ha explotado desde 1912 tan intensamente que casi no hay diamante, siendo poco o nada rentable su búsqueda. Cuando llegaron los ingleses, había lo suficiente como para conformar a la reina y a muchos ambiciosos que se enriquecieron luego, explotando a los nativos, pero uno de aquellos "viajeros autorizados al Centro de la Tierra" cometió la terrible imprudencia de violar la consigna de secreto, e indicó el lugar de entrada a los extranjeros. Uno de ellos envió una carta a Su Majestad, repitiéndole una narración como ésta, con algunos detalles más. En las arenas de las playas interiores, abunda el diamante, al igual que en algunos enormes bloques carboníferos de mineral de serpentina, de antiguos calderos volcánicos, que hoy son, justamente, esos túneles hacia el interior del mundo.
Los tres hombres salieron -o mejor dicho entraron- de expedición, pero no regresaron jamás. En vez de ello, salieron los gigantes, reprendieron a los macuxíes y les prohibieron para siempre el ingreso al interior. Luego de dos años de angustia y pobreza (esa zona, en esta superficie externa tenía diamantes -sin valor entonces para ellos-, pero no mucha fruta ni muchos peces), decidieron intentar un nuevo contacto con los gigantes, a pesar de la prohibición. Viajaron esperanzados durante dos días, pero llegaron a un punto del camino donde el viento venía de otra caverna que ellos no conocían. El camino original estaba derrumbado. Algunos volvieron inmediatamente, pero otros decidieron seguir el nuevo y desconocido túnel. Varios meses después, uno de ellos regresó y dijo al resto que podían entrar; los gigantes les autorizaban, pero sería para no volver nunca afuera, porque otros ingleses irían al territorio y les dañarían. Algunos se negaron a partir, porque el lugar asignado era una de aquellas grandes vacuoides. Otros aceptaron irse y no regresaron jamás.

Fin.

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