Desde Chile para el Mundo.

Thursday, March 28, 2024

piratas 7 parte 4

Página 107 . “Hasta aquí llegamos. Esperaremos una nueva misión; pueden bajar a tierra.”- Aviso Farfán a la mayoría de los tripulantes, que bajaron a la ciudad Nueva York sita en el Gran Cañón Marciano. Usando el transporte de personal llegaron a esa ciudad y se alojaron en un edificio de la delegación rusa . Allí les dieron nuevas tarjetas de consumo que les otorgaban opción de comprar lo que desearon en tiendas o a pagar consumos en bares hoteles y varios hasta el término de sus capacidades económicas equivalentes a 5 años de sueldos atrasados . En caso de no gastar todo el dinero quedaba a disposición en el futuro . Laurencio compró recuerdos para sus familiares a los que esperaba ver a su regreso . También fue con compañeros a reír y bailar y terminar en un hotel con una morena que dormía sonoramente, borracha y drogada . La dejó al despertar en la madrugada, sorprendido de sí mismo. Pagó por un tour a lo largo del Gran canal Marciano y vio bombas extractoras de agua que proveían a la ciudad a través de largas tuberías . También habían cúpulas en donde y en su interior habían edificios de 20 pisos dedicados al turismo aventura con vehículos estancos que viajaban a lo largo del Gran canal deleitando a la gente con la visión de laderas rojizas y amarillas . El Tour volvió ya de noche por la misma ruta y ahora se veían las cúpulas brillando como grandes gemas en la noche del planeta rojo . El capitán Farfán dio aviso de que estarían esperando ordenes al menos por 5 días. Con esto los tripulantes viajaron la ciudad de Elysium en donde por vez primera se había establecido una colonia mayor bajo cúpulas estancas y también el mayor Puerto, que estaba a 10 km de distancia, ahora unido por una ancha autopista, además de por vehículos aéreos con forma de helicóptero. Laurencio se alojó en un hotel dejando el edificio de la federación rusa ya que de continuó otros tripulantes le iban a invitar a fin de pasear por los bares y otros lugares que a Laurencio le aburrían: francamente no le gustaban. Así, todos los días llamaba por teléfono a la nave por si se les necesitaba . Pasaron esos cinco días y en el sexto el capitán Farfán lo llamó a cumplir funciones . Laurencio y el resto hallaron algunas mejoras: sistemas con aditamentos, ropa de cama nueva, equipo de aire comprimido, trajes espaciales de otro color con mejoras varias . Los tripulantes fueron informados que irían cinco navíos de carga con tres naves resguardándolas: al Capitán Farfán se le dejó en su puesto aunque se había perdido su navío de carga completo con tripulantes y todo esto penaba en el alma de Farfán quien no se veía a sí mismo trabajando desde un escritorio. El viaje era hacia Géminis B3 lugar que Rusia necesitaba potenciar ya que la Alianza Asiatica tenía otros planetas en colonización- cada miembro ocupándose de sus planetas . Géminis B3 un planeta que fue de los primeros en comenzar a hacer colonizado cuando aún no habían acuerdos y por ello existía una ciudad del grupo de occidente y como ya era un hecho a la hora de esos acuerdos se permitieron las dos entidades en el mismo planeta . página 110 . A las dos semanas ya el sistema solar era solo un débil . en la negrura del espacio . Dentro de las naves los ojos avizores de los radares vigilaban por si acaso una nave no identificada aparecía ominosamente. “Nada?”- Preguntaba el capitán. “Nada! Solo los puntos de siempre: los cinco cargueros en línea y nosotros en la retaguardia: no creo que ataquen por la retaguardia!”- Opinó Farfán desde su butaca. Cuando estaban ejecutando el cambio, dos naves aparecieron por retaguardia, acercándose rápidamente al último carguero espacial. página 111 . El capitán Farfán hizo girar la nave en la dirección contraria mientras que la Rechitelni hacía lo mismo del otro lado del convoy. Las dos naves piratas dispararon contra el último navío de carga y se disponían a abordarlo cuando Krabry y la Rechitelmi se les aparecieron por los costados. Misiles volaron buscando a las naves piratas las cuales muy averiadas huían del lugar. La naves rusas siguieron atacando mientras la “Terpeniye” quedaba a cargo del resguardo de los cargueros. Ambas naves de los piratas reventaron en el espacio. iluminando brevemente la noche sideral . La persecución cesó y ambas naves regresaron a sus anteriores posiciones . La nave atacada comenzó a ser reparada en vuelo no habiendo recibido daño en su sistema de propulsión . Al quedar Laurencio de franco entre turnos conversó con sus compañeros dudando en las posibles causas de esas explosiones. Juan Pérez dijo: “ De seguro se inmolaron! Creo que prefirieron morir en su ley que irse presos de por vida!” página 112 La mujer laboratorito Dana V. dijo; “Creo que fue un daño en los generadores antimateria ya que esos piratas son todos unos cobardes que atacan a mansalva cuando sus víctimas no pueden defenderse!” Más tarde y revisadas las emisiones detectadas por los sistemas de las dos naves rusas se llegó a la conclusión de que habían sido provocadas por las tripulaciones piratas bajo órdenes de sus capitanes. La teoría de la señorita Dana se pronunció equivocada. El convoy siguió su camino y antes de avizorar a géminis B3 todas las tripulaciones fueron retiradas de las cápsulas hibernadoras. Laurencio se acercó a Tania Sirlova, diciendo: “Hemos llegado; qué tal te pareció el viaje?” “Excitante en un comienzo; después pura rutina!”- Sonrió Tania.. página 113 “Vamos a tener días libres en Géminis Beta Tres. Espero que podamos salir juntos!” “Quizás! Ya veré.”- Repuso Tania, alejándose. Esa reticencia en ella le producía un vacío en el estómago a Laurencio. quien miraba a otras mujeres pero la única que lo atraía era Tania. Las naves cargueras tomaron una órbita alrededor del Tercer planeta y las naves menores comenzaron a llevar la carga a la superficie del planeta, específicamente hacia nueva Rusia. Durante esos días nadie en las fragatas pudo irse de parranda a tierra, pero antes del mes los cargueros ya habían descargado todo desde sus bodegas y ahora llegaban mercaderías desde las Bodegas del planeta . “El capitán Farfán esperó a que en las demás fragatas todos salieran de franco para dejarnos ir solo estaremos ocho días allá abajo.” Se quejó Isidoro. “Peor es nada!”- Se consoló Laurencio, embarcándose en un transportador espacial . La nave bajó rauda y les dejó en el cosmódromo desde donde Laurencio se dirigió a la fiambrería, en donde vio a su tío Franz con 10 años más de viejo . página 114 Se le veía algo encorvado, de manos rugosas y rostro con muchas arrugas; cabello ralo y los ojos empequeñecidos. Pero esa visión deteriorada contrastó con el ímpetu de sus palabras y el abrazo que le dio. “Laurencio! Por fin en tierra! Te echamos mucho de menos! Estás más hecho hombre; te ves bien.” Opino su padre y Laurencio asentía con movimientos de cabeza, embargado por la emoción - que era como una ola que le cubriera entero . Laurencio notó que el lugar se veía obsoleto y al llevarse el dinero de las ventas diarias la cantidad que era menor . Con Franz fue al departamento de Fagocito y su mujer Martita con los cuales otra vez se emocionó Laurencio ya que les vio más ancianos aún de lo que lucía su padre . Tampoco vivían en lujos sino que al revés. Fue ahí en que decidió donarle todo lo ahorrado en dinero. Pasó los días de asueto ayudando en la fiambrería y colocando dinero en la caja sin que lo notara Franz. Al ser llamado por Farfán de urgencia, se despidió de su padre diciéndole: Creo que será otro viaje a la vieja tierra| de sol: serán 10 años o algo más!” página 115. Esto lo decía porque tal como veía a su padre era dudoso de volver y hallarle con vida . Franz también lo tenía asumido y dijo:”Tal vez sea esta la última vez que nos veamos en esta vida . pero no debemos acongojarnos. Debemos tomarlo como una oportunidad que nos llegó y de que gozamos cada hora que nos tocó vivir”. - Se dieron un abrazo . Laurencio se fue a despedir de Fagocito, quien ya no reconocía a nadie y se llevaba días enteros mirando sin ver . Martita hacía como que todo esto era normal y recibió algo de dinero de Laurencio, agradeciéndole . “Gracias hijo .Tu visita nos ha llenado de alegría . Llévate nuestro recuerdo con optimismo; si bien ahora nos vemos viejos y achacosos también nosotros y sobre todo tu padre y Fagocito tuvimos grandes aventuras”. Laurencio subió a la nave que le llevaría a la órbita con rostro apenado, junto algunos compañeros, que esto notaron y le dijeron que no sufriera tanto ya que la vida era muy corta para ellos. Ya en la nave Krabry el capitán Farfán dijo; “Bienvenidos a bordo. Espero hayan descansado bien . Vamos de regreso al sistema solar conjuntamente con “Terpeniye” y la “Rechitelny”. Resguardaremos a cuatro naves cargueras y un navío de turismo, la "Roskoch” con 3000 turistas pasajeros y 120 tripulantes 200 mozos y 250 mujeres al servicio de hotelería . Es una gran responsabilidad que debemos asumir . Ahora a sus puestos: salimos de órbita en media hora”, dijo Falcón, retirándose a la cabina de Mando . Laurencio vio a Tania caminando por uno de los pasillos, la alcanzó y dijo: “ Hola cómo pasaste las pequeñas vacaciones?” Tania le miró por un segundo y luego dijo, mientras caminaba: ”Aburrida . Y te vi en una fiambrería… qué compraste para llevar en este viaje?” página 117. Laurencio le iba a responder cuando la nave se bamboleó . Ambos se apoyaron en los pasamanos laterales y oyeron sonar la alarma de la nave . “Qué pasa?”- Se preocupó Leonardo… un estruendo sobre sus cabezas les arrojó al piso, que pronto se puso vertical . Iban a caer pero el pseudo magnetismo dejó de funcionar y quedaron flotando juntos. Siguieron explosiones y el siseo de los rayos C . Un golpe y ahora se sentía el peso de la gravedad sobre sus cuerpos . Un tripulante apareció manoteando los pasamanos y dijo: “Nos dieron! Vayamos a las cápsulas de salvataje!” “Tan malo está?” –Dijo Tania, siguiéndole. El hombre hizo un gesto y si dijo algo, no se escuchó, pues ahora un sonido raspante llenaba el pasillo . Subieron a una nave de las cápsulas de salvataje: allí ya habían cuatro personas entre las cuales Laurencio identificó a Jasón Vargas, Elena y Dana B, Isidoro Basilio . El tripulante que les avisara cerró la compuerta y bajó una palanca . El sistema de exclusión sonó con explosión apagada y la cápsula salió del seno de la “Krabry” como una centella alejándose . La pequeña navecilla giró mostrando su parte redonda y ancha hacia el planeta al cual iba cayendo; la temperatura fue disminuida por los refrigerantes, pero llegó a los 54 grados centígrados . A 800 metros del suelo se abrieron dos paracaídas: uno se rasgó y se sintió un tirón que hizo girar la cápsula . Otros tres paracaídas se desplegaron y al final la cápsula golpeó el suelo a 70 km. por hora. Los pasajeros se dieron golpes diversos contra los acolchados muros del interior. Tras un rato alguien logró ubicar la excusa y maniobró la escotilla. Esta se abrió y entró un chiflón de aire ardiente que hizo gritar a más de uno y esto porque en el exterior de la cápsula había estado al rojo vivo solo unos minutos antes . página 119 Los intrépidos tripulantes boqueaban para respirar en medio de ese calor asfixiante… Isidoro Vassili salió el primero, sufriendo quemaduras en una pierna y brazo izquierdo . Se alejó gritando de dolor. Esto hizo que nadie le siguiera hasta varios minutos después e igualmente hubieron quemaduras al pasar por sobre el metal caliente. Se recostaron a mirar el cielo estrellado pero lo único que vieron fue una estela corta de luz y nada más de curioso. Hacía frío y era de noche pero el calor de la cápsula había quemado algunos arbustos que aún ardían produciendo luz y calor. Otra cápsula bajó silbando desde el cielo y cayó a 200 metros, soltando los enormes paracaídas. “Más sobrevivientes!”, Murmuró Laurencio. Dana B, estaba ya aplicando ungüento contra quemaduras que había obtenido del botiquín que las cápsulas de salvamento llevan incluidas, a Isidoro Vassili, quién fue el peor damnificado de todos. página 120 Tras 45 minutos de espera, la tapa exclusa de esa otra cápsula de salvamento giro hacia fuera y un Keblar salió, para luego ayudar a sacar a 8 personas, entre ellas el capital Farfán Dulunge, desmayado tras ser herido en su cabeza . Además venían otros sin heridas, pues el aterrizaje había sido perfecto, quizás gracias al manejo del Keblar. Los heridos quedaron tendidos bajo la sombra de un árbol; los demás se sentaron cerca a conversar. Aparte de Farfán Delunge allí estaban Juan Pérez, Juan Sulec, Boris Donitski, Tania Sirlova y Vars Zukor. El Keblar se aproximó a Laurencio, diciendo: “ Cómo se encuentra radarista?” Laurencio sonrío, diciendo: “Mejor que algunos otros. Gracias por salvar a tantas personas. “Me preocupé de salvar al Capitán, quien recibió una esquirla cuando se rompió un mamparo. El resto nos siguió.”- Explico || que remedaba ser una mujer en sus 30 sus sensores que habían sido graduados para funcionar en un Rango de frecuencias entre el ultravioleta y el infrarrojo . página 121 Sus ojos eran sensores fotos ópticos que enviaban señales a un microprocesador que entregaba un código digital a su cerebro mitad orgánico y mitad de material de silicona . para la 32- 246 no existían colores sino que bits- sus ojos se humedecían con lubricantes según temperatura y ambiente presión o vacío; su corazón era una bomba rotatoria de metal y plástico, su voz era producida a través de canales con circuitos eléctricos diminutos . Laurencio dijo: “Quizás ya vienen a rescatarnos. Recibes señales de las naves?” “Nada; Laurencio. Mis sensores indican buen funcionamiento” Replico Keblar 32 240 . “Bien. Espero todo vaya bien, allá arriba.” - Dijo Laurencio. Jason Vargas y Juan Pérez recorrieron el perímetro hallando un arroyo a 600 metros. página 122 . “Sería mejor trasladarnos hasta allá; el agua parece prístina.” Opinó Elena. “Y crees tú eso? Pueden haber grandes animales sedientos y capaz que nos pisoteen!” - Comentó Dana B., quién había leído sobre el planeta en que estaban y sobre sus animales salvajes . Ante esto armaron tiendas usando ramas y también lonas que traían las cápsulas de salvamento . Estas también traían raciones de emergencia, pistolas de Señales, radios y armas cortas. Esa noche el capitán despertó por unos momentos pero fue incapaz de hablar y se durmió al rato. El par de Keblar se quedo de guardia hasta la mañana . Con la luz del día los náufragos se fueron a lavar al Arroyo en dónde vieron algunos Alioramus bebiendo sin amedrentarse por la presencia de humanos . El capitán Farfon permanecía acostado pues si levantaba su cabeza el mundo se le daba vueltas como un Carrusel; aún así podía oír y hablar y esto es lo que dijo primero: "Alguien sabe de la Krabry?” página 123. Los presentes lo denegaron . Farfon hizo un gesto de malestar y dijo: “Es de esperar que sea remontada a una órbita segura”. No acababa de decir esto cuando se escucharon gritos fuera de su tienda. Los presentes salieron a ver y se les indicó al cielo . Se veía una Estela Blanca producida por un objeto sólido. Todos contenían el aliento: era obvio que una nave estaba entrando a la atmósfera y no del mejor modo . El objeto zigzagueó en altura y pronto pasaba a baja distancia por sobre sus cabezas, tan de cerca que no fue difícil ver la nomenclatura en una de sus alas. Era la “Krabry.” La mayoría corrió en la dirección que llevaba esperando sentir la explosión al aterrizar pero nada pasaba . Al seguir acercándose vieron a la gran nave detenida en el aire pero por poco tiempo, pues pronto se posó en el terreno usando sus seis patas sustentadoras. Cuando bajó la plataforma de descarga vieron a un Keblar caminando hacia ellos. Boris Donitski dijo: “Es Keblar 32-15.” página 124 Este saludó a Juan Pérez primer oficial y agregó: “Keblar 32- 15 a la orden! Nave con muchas fallas pero derivé todos los sistemas a la asistencia de descenso controlado.” Tras recuperar el habla, Juan Pérez dijo: “Has hecho una buena labor y serás recompensado a futuro. Pero dime si la batalla se ganó o perdió!” “Con la Krabry funcionando en caída libre me fue imposible saberlo. Los sistemas están ahora unidos a modo de descenso. Pero se puede reconfigurar todo, Juan Pérez. Es cosa de trabajar en ello.” Dijo el Keblar 32-15. Cuando se presentó ante el Capitán Farfon, este se alegró muchísimo y quiso ir a ver la nave. Lo ayudaron a asomarse a la entrada de su tienda y desde allí se veía el enorme morro de la nave. “Pronto volverás a volar!”- Le aseguró Farfon mareándose y siendo llevado de regreso a su improvisado lecho. página 125. Cuando se repuso, preguntó al Keblar 23-15: “No veo al Keblar 730.” “Desapareció cuando un misil reventó en la sala de máquinas. Con él también murieron Done Varasilov el artillero, el ingeniero de máquinas Scoller Itrinov, el médico Sergei R., su asistente médico Azov R., Iohannes Deutz, los especialistas de vuelo Zarco Zarcok”. Dijo con voz neutra Keblar 23-15. “Que descansen en paz! No la sacamos barata.” Murmuró Farfon, sintiendo un fuerte dolor de cabeza. Laurencio, junto a otros, pusieron trampas para cazar animales alrededor del arroyo. “Necesitamos comida fresca”. Comentaba Ismael, aunque ahora con la nave a la mano no les iba a faltar de comer. Juan Pérez ordenó a los dos Keblar que recompusieran circuitos dañados y reconfiguraran los sistemas de la nave al estado anterior al enfrentamiento con los piratas. Tania Zirlova se acercó a Laurencio diciendo:”Deberías ir a ver si funciona el radar. Si es así, servirá para detectar movimientos extraños al grupo mientras acampamos fuera de la nave”. página 126. “Tienes razón… quieres acompañarme?”- Le preguntó Laurencio: ella hizo un ademan de disgusto y replicó: ”No es mi especialidad sino la tuya. Y se fue a mirar cómo levantaban otra tienda para los recién llegados. Laurencio entró a la nave por la rampa y halló su lugar de trabajo sucio y polvoriento. En realidad toda la nave parecía haber pasado bajo una tormenta de arena por la cantidad de polvo y restos plásticos; también el aire no era muy bueno ya que de los seis extractores purificadores de aire solo uno estaba funcionando. Tras limpiar, probó el radar y este comenzó a funcionar normalmente. Pocos minutos después llegó a su puesto de trabajo Keblar 246, sonriendo. “Trabajando, Laurencio? Veo que funciona el radar principal.” “Así es! Su alcance es el óptimo.” Acotó Laurencio. Ella miró el radar, las siluetas allí indicadas y agregó: “Ya que está operacional, sería mejor para nosotros, los que estamos reparando circuitos, que lo apagaras. Así tendremos menos variables de las que ocuparnos.” 127. Página 127. “Ah! Falta de energía?”- Se preocupó Laurencio. “Algo así.”- Dijo Keblar 246, viendo a apagarse la pantalla. Laurencio le tomó una mano diciendo:”Quisiera que fuéramos amigos cercanos.” Keblar levantó una ceja. Preguntando: “No me vas a decir que estás inclinándote sentimentalmente a mí.” “Y por qué no? Desde hace decenios que hay casamientos entre nuestras clases.” Le recordó Laurencio. Y sí se sentía atraído por ella, desde que compartían turnos al radar. Keblar 246 rió argentinamente y dijo: “Piénsalo mejor, Laurencio!” Y se retiró. Este suspiró tras ver el buen cuerpo de la entidad artificial y se alegró de que no hubieran habido testigos de sus palabras… Usó de una aspiradora y se entretuvo limpiando de polvo todo ese sector. No se dio cuenta del tiempo pasado hasta que comenzó a bostezar. Miró su reloj y comprobó que al menos había estado allí por seis horas. página 128. Se asomó por la parte superior de la rampa y vio la semi oscuridad del bosque que rodeaba a la nave, la cual en su descenso había desgajado y tumbado varios árboles con su peso. Una voz a sus espaldas le sorprendió: “No te atreves a caminar por el bosque?”-Dijo Keblar 246. Laurencio la miró. Se veía frágil en su mameluco verde manchado durante sus trabajos, “La verdad es que sí. Creo que dormiré en la nave. Estará mi cabina en condiciones?” –Inquirió Laurencio. Ella ladeo su cabeza, respondiendo: “Y por qué no vamos a ver ahora?” “Vayamos!”. Pidió Laurencio. Mientras caminaba por los pasillos sentía el leve rumor del caminar de Keblar 246 y por contraste, los más pesados suyos propios. La cabina tenía algo de polvo, pero insignificante si se comparaba con el que había hallado en su puesto de trabajo. “Creo que deberías limpiar un poco.” Acotó Keblar 246. Laurencio la tomó en sus brazos y la besó. Cuando se apartó, ella apoyó las palmas de sus manos en el pecho del hombre y dijo: “Veo que pareces quererme.” “Así es.” Dijo Laurencio con voz ronca por la emoción. “Lo noto. Pero debo prepararme primero. Tienes que ser paciente. Serán 20 horas.”- Dijo ella en un susurro perfumado a violetas. “Y no puedes decidirte más rápido?”- Preguntó Laurencio siempre abrazándola. “Podría pero eres tú quien también debes prepararte. Debes leer el protocolo y responder ante la computadora central.” Dijo Keblar 246. “Todo un proceso.” Se quejó Laurencio, quien quería poseer a lo que semejaba una linda mujer de inmediato y ya que las 246 se apegó a él diciendo: ”Y tú crees que yo no lo valgo?” Esto hizo enardecer de deseos a Laurencio y dijo:”Leeré todos los manuales del universo para poder tenerte.” Keblar 246 le miró fijamente y dijo: “Todo va a salir bien! Pero no te precipites. Te hace daño.”- Y se alejó de allí rápidamente. Laurencio aspiró el polvo de su cabina usando una máquina y se tendió en el camarote pensando en qué se estaba metiendo tan atolondradamente. página 130 Se dijo que quizás quería ignorar y pasar por alto la debacle de la derrota ante los piratas, la muerte de los tripulantes y la incógnita de si la nave se elevaría al espacio o no, intercambiando todo ello con este romance… Al amanecer Keblar 246 entró a esa cabina y le despertó diciendo: “Despierta, Laurencio: el primer oficial quiere pasar revista al personal dentro de 45 minutos más.” Laurencio la tomó de una mano, diciendo: “Estás cada día más bella!” Keblar 246 sonrió, pensando en que sí había hecho algunos diminutos cambios en su físico para atraer aún más al joven Laurencio. No era tan común que un oficial de la flota rusa se comprometiera con una persona artificial y no quería echar a perder esta ocasión. Laurencio tomó un baño y sacó de su maleta un traje nuevo. El otro lo tiró al convertidor para un nuevo uso. Enfrente de la choza del capitán Farfon estaba Juan Pérez conversando con algunos otros. A los 10 minutos después dijo:”Veo que parece que estamos todos juntos: comenzaré diciendo que aunque no vean al Capitán, éste les escucha desde su cama. Me ha dado algunas directrices a seguir… ¿por qué sonríe Laurencio, hayas divertido lo que digo?” Página 131 ¡Oh, no, Pérez ! Disculpa, estaba recordando otra cosa.”- Afirmó Laurencio, enrojeciendo. “Bien; hay que reparar esa nave y volver al espacio. El sistema radial aún no se ha tocado: se ha estado mejorando la performance de las ondas electromagnéticas, ya que ahora la nave debe dejar el planeta sin ayuda.” - Dijo Juan Pérez. La voz de Farfon llegó desde dentro de la tienda diciendo: “Que todos cooperen!” Juan asintió con la cabeza y dijo: ”Habrán dos turnos de 6 horas cada uno y un descanso general tras esas 12 horas. Cada cual a sus puestos. Quiero todo operacional, limpio y listo para ser utilizado." Luego de ésto se conformaron los dos grupos. Laurencio quedaba fuera hasta pasar otras 6 horas. Se fue al arroyo con algunos otros y se bañaron. “Increíble: creí que la vida de astronauta significaba nunca salir del navío.” - Comentó Laurencio. - “Y te sorprendió la realidad. Así es la vida; impredecible.” ¨-Pontificó el técnico criogénico Vars Zukor. Vieron pasar una larga culebra ondulando por el agua del arroyo y salieron del mismo. “Nunca se sabe si esos bichos te morderán o no; mejor evitar.” Comentó Ilya Kuyeris. El Astro Rey calentaba la atmósfera, por lo cual siguieron quedándose cerca del refrescante arroyo, al que bautizaron como “de la culebra”. De allí caminaron hacia un monte en donde vieron un Estegosaurio, quien al verles se alejó dando sonoro trompetazo. “Interesante! Pareciera que nos conoce; no como individuo sino que como raza.”- Opinó Vars Zukor. Miraban el paisaje desde la cima cuando pasaron tres helicópteros por sobre sus cabezas. “Se dirigen recto hacia la nave. Creo que los Keblar arreglaron el transmisor.” – Acotó Ilya Kugeris, poniéndose en pie . Página 133. Efectivamente: aquellos helicópteros eran rusos y venían a salvar a los náufragos, al menos era la orden que se les diera al equipo. Traían herramientas, repuestos, hasta antimateria encapsulada magnéticamente. El jefe de todos ellos era un gigantón de ojos rasgados de nombre Corpus. Traían además noticias de la batalla y las estaba repitiendo un hombre rubio de overol rojo: “Ustedes cayeron a la primera escaramuza: los otros dieron cuenta de una nave pirata cuyos miembros fueron encarcelados juntos el grupo de cargueros y las dos fragatas consiguen su viaje al sistema solar." Estas noticias tranquilizaron a unos, avergonzaron a otros y llenaron de amargura al Capitán quien se veía otra vez fallando. “Qué momento para caer al planeta! Ya no vamos a la Tierra!”- Dijo Isidoro Vassili. “Así es! Ya van a un parsec de distancia… probablemente a velocidad Warp 3.”- Corroboró Tania Sirlova. Laurencio escuchaba pero no dijo palabra: miraba el frenético trabajar de los rusos quienes siendo profesionales no perdían ni un minuto en charlas irrelevantes. página 134. El capitán Farfán miraba y se desenvolvía entre los grupos de trabajo y pedía a su tripulación que cooperara con los equipos llegados de Nueva Rusia. Laurencio terminó calafateando la superficie del casco que había sufrido daños. Luego cooperó en el reforzamiento de las patas sustentadoras y pulimento de cristales de los ojos de buey” “Estoy lista, Laurencio. Lo estás tú?”- Le preguntó Keblar 246. Sus ojos brillaban más que de costumbre. “Así es. Ponme a prueba”- Se excitó Laurencio. Ella sonrió y dijo:”Este es un caso en que el asunto involucra a más personas y a la computadora central.” “Entendido.” “Le avisarás personalmente a Farfon y a Juan Pérez de tu decisión: harás lo que te diga.” Dijo Keblar 246. Laurencio buscó a Farfón y le dijo:”Señor: tengo un asunto personal que debo presentar a usted.” Farfon estaba recostado en el piso trabajando con cables bajo una consola. Le miró y dijo: ¿No ves que estoy ocupado?” “Lo veo, pero le solicito una audiencia.” Aseveró Laurencio. página 135. Farfon miró a los cables y dijo:” Vaya a mi camarote después de la cena!” Y continuó con lo que estaba haciendo. Laurencio buscó al primer oficial por todos lados y no le halló. A la hora de la cena le vio conversando con Boris Donitski. Se le aproximó y le dijo: “Disculpe la intromisión. Señor. Pero quisiera presentarle un pedido de mi parte.” Juan Pérez dejó el tenedor a un lado y dijo:” A ver dime cuál es tu urgente problema. Quizás lo resuelva antes de que se me enfríe la sopa.” Y guiño un ojo a Boris. “Quiero empezar una relación sentimental con alguien.”- Se avergonzó Laurencio ante la mirada asombrada de Boris. “Ah, sí? Y quién es la afortunada?” Sonrió el primer oficial, quién pensó que Laurencio era un redomado tonto, pues para tener amoríos con mujeres en la nave no se necesitaban permisos. "Es con Keblar 32- 246.” - Dijo Laurencio, sintiéndose en medio de una pesadilla. “Que?”- Dijo Pérez, creyendo haber oído mal. “Es con Keblar 32 serie 246. “Ella” está dispuesta, pero el protocolo es estricto. Debo tener su aprobación y la del capitán. Así dice el manual.” página 136. Juan comió algo de pastel, bebió agua y dijo:” Mira ;si quieres a problematizarte con una relación dispar es cosa tuya. Pero no quiero conflictos más adelante. Estás autorizado… hay que firmar algo?” “Nada señor: su voz ha sido grabada por la computadora central y con eso basta.” - Dijo Laurencio, con su rostro colorado tal como un cangrejo hervido. Salió del comedor y esperó la aparición del capitán a su camarote. Debió esperar dos horas El capitán pareció olvidar la cita ya que al verle haciendo la guardia ante su puerta dijo: “Y qué está haciendo aquí?” “ Le recuerdo que le pedí una cita para hablar de un asunto mío muy personal.” - Explicó Laurencio. “Y adónde estaba yo cuando te cité?”- Se amoscó Farfón, quien venía llegando con la determinación de dormir lo antes posible. “En el panel de guía, señor: estaba viendo unos circuitos.” página 137. “ Ah sí lo recuerdo - pase hablaremos, pero no en este corredor.” -Dijo Farfon, pues en el lapso que estaban allí de pie habían pasado ya tres oficiales de miradas curiosas. Ya dentro del camarote Farfon le ofreció sentarse en una silla y él se sentó tras una pequeña mesa. Hizo un gesto y Laurencio dijo:” Me sentí atraído emocional y físicamente haciendo turnos al radar con Keblar 32.246. La cual hace turnos al radar tal cual yo; le he pedido mantener una relación sentimental y se tomó días para aceptar pero el protocolo exige hablar con usted con el primer oficial y conseguir autorización.” Farfon se pasó una mano por sobre su rostro y sacando su libreta escribió algo y luego leyó algunos párrafos de la lectura que apareció en la pantalla. Levantó la vista y dijo:”Hay un protocolo largo y lo haremos corto: debes repetir tu juramento de permanecer en la flota, de recitar las obligaciones pertinentes a tener relaciones íntimas con seres artificiales, lo cual es serio porque cualquier infracción será tomada en cuenta para rescindir la autorización.” “Haré el juramento.“ Respondió Laurencio. “ Ya: Es el deber de respetar al ser artificial. La permanencia en relación no puede terminar antes de tres meses. Cualquier ataque físico llevara un castigo de pérdida de sueldos por seis meses. Y sabes por qué esto último?” - Pregunto Farfán. “Como castigo.”- Dijo Laurencio, olvidado del protocolo. “Más que eso! Es para reparar la memoria del ser artificial! No se le puede dar labores importantes y hay conflictos mentales!” Avisó el Capitán, bostezando. “ No pretendo pegarle!” Comentó Laurencio. Farfon hizo una mueca y dijo:” Nadie que se compromete con alguien en una relación sentimental pretende golpear a la pareja pero en cuestiones de convivencia la cuestión es muy complicada. Tienes mi autorización.” página 139 Salió de allí Laurencio acalorado y con manos trémulas y perdió el paso al ver a Keblar 32 - 246 esperándole en ese pasillo, vestida con un traje azafrán y un lindo peinado, Sus ojos habían cambiado de gris a azul radiante. Extendió su mano, que cogió Laurencio con su mano derecha. “Hola, Laurencio! Ya sé todo: me lo envió la computadora central directo a mi mente,” “Bien por ella, y nosotros!” - Dijo Laurencio, tomando su cara con las dos manos y besándola en los labios. Ella esperó un instante y dijo:” Te prometo fidelidad constante, amor devocional, respeto y cariño.” Esas eran las palabras que por protocolo cada ser artificial debía pronunciar al inicio de una relación sentimental con un ser humano. El pronunciarlas producía un cambio en la conducta qué significaba exactamente lo dicho y ahí en adelante Keblar 32.246 sería fiel constantemente, tendría solo amor para Laurencio, le respetaría en toda oportunidad y le profesaría cariño. Había entre constructores de rutinas computacionales la idea de que el programador de esa rutina era un romántico… página 140 Laurencio llevó de la mano a su amada a su propio camarote y al entrar, ella dijo: “ Tengo la autorización para cambiar mi nombre a uno más amable.” “ Y cómo quieres que te llamen?” Preguntó Laurencio. algo sorprendido pues había creído que iba a tener que llamarla siempre cual a una máquina hecha en serie. “Adolina. Pues tiene un sonido musical.” Aseguró 32.246. “ Adolina: eres bella.” Afirmó Laurencio y se besaron. Así comenzó su vida en pareja. Laurencio se dio cuenta del poco peso de su pareja: 54 kg. pero con una figura espectacular. Al dormir Adolina respiraba suavemente y su cuerpo olía suavemente a Rosas. Además se daba tres baños diarios. “ En la nave, querido, debo trabajar todos los días. Y hay algunos circuitos en el sector motores que se deben calibrar. Recuerda que ese sector fue alcanzado por una explosión. Así es que mucho ha sido reemplazado.” Comentó Adolína. “Muy bien, todos laboramos acá. Y dime, puedes dejar la nave o debes pedir permiso?” Preguntó Laurencio. página 141. Ella sonrió, besándole, y dijo: “Tal como cualquier tripulante.” Laurencio siguió con sus preguntas y llegó a la conclusión que Adelina pertenecía a la Flota espacial; tenía libertad de movimientos pero cortar nexos definitivamente con la flota no era autorizable. El servicio técnico debía mantener la electricidad fluyendo en caso de funcionar mal algun componente. Laurencio se sintió más atado a la flota que antes ahora que estaba en relación con Adolina. La nave fue probada en vuelo al cuarto planeta el cual no tenía una atmósfera adecuada para el ser humano: su cantidad de oxígeno era casi nula y el metano abundaba pero aún así habían dos campamentos Mineros de Rusia con un exigua cantidad de operarios. Se extraía bauxita molibdeno, oro y plata: los embarques hacia el planeta Tierra se hacían dos veces cada 300 días planetarios. “Iremos al sistema solar después de todo: acompañaremos una nave carguera.” Avisó El capitán Farfón. página 142 Esta era la “ cr-0060- a r” llamada también como “la esférica” pues esa era su forma provocada por dos tubos de repulsión tipo “krk66” que le hacían rápida en comparación a otros de su tipo. El capitán recibió el itinerario recto hacia el sistema solar con una parada en el esteroide b23 del cinturón kuiper en dónde descargarían parte de la carga para proseguir hasta las fundiciones del planeta Marte. “No hay vuelo a la Tierra: habrá que conformarse con los días en las estaciones del Gran canal Marciano.” Dijo Laurencio, tras conocerse esos detalles del viaje. “Juntos al menos estaremos en el sistema solar.” Laurencio estaba sentado a una mesa en el comedor general cuando notó que Tania les miraba insistentemente, mientras almorzaba en otra mesa. Adolina le susurró a Laurencio: “ Tania habla mal de ti, no la escuches.” Laurencio se sorprendió de este comentario pues desde su puesto no se escuchaba la conversación de Tania con otros tripulantes y llegó a la conclusión de que Adolina tenía un sistema auditivo muy superior al de un humano. 143 Laurencio llamó a su padre por holovideo y viéndole en la fiambrería le dijo:” Hola, padre! Trabajando hasta tarde?” “Hola Laurencio! Sí, hay que ponerle el hombro todo lo más posible ahora que la carestía de la vida nos está golpeando por culpa de malos politicos que estan administrando la ciudad… y cómo estás tú?” Franz estaba usando el delantal para atender a los clientes.. “Vamos a salir escoltando otra vez y adónde mismo; te hice un depósito en dinero.”Avisó Laurencio, contento de ver a a su padre con salud. Franz dijo: “No te digo que no porque será de gran ayuda.” Y sonrió agradecido. “Y cómo están mis tíos?” “Ahí están: Fagocito muy débil ya y Martita preocupada. por supuesto. y por la pantalla Laurencio notó que habían clientes esperando así es que se apresuró a terminar la llamada y apagar la pantalla, que luego la quedó mirando…ahora sí que no vería a esos seres queridos de nuevo, ya que con un intervalo de 20 años el tiempo se llevaría a esos seres queridos al más allá; eso era seguro. página 144 Adelina le vio entristecido y le conversó de la vida y las situaciones que pasan en ella, mientras cenaban en una mesa para los dos solamente, y dijo: “ Estamos los dos juntos y te apenas por ellos y es comprensible; la vida humana parece larga cuando se tienen 20 años pero a los 80 años todos les parece a ustedes un sueño, en que existieron visiones de tardes asoleadas, parques verdes de árboles y gritos de niños. La verdad es que es un mundo de vivencias que están ahí al alcance de la mano. Así es y no todos llegaran a los 80 años… Laurencio recordaba teorías en que el ser humano podía llegar a vivir entre 500 a 5000 años de vida , cosa que resultó falsa. Laurencio pasaba muchos ratos con Adolina y admiraba su belleza el tono de su piel, y que detrás de esos ojos había infinidad de conocimientos que ningún hombre podía recitar o poner en práctica de forma instantánea. Nunca fallaba en responder y podía recitar cualquier libro escrito hacia mil años y no había teoría que ignorara. Página 145 Adolina era una enciclopedia, era libro técnico en cantidades, eran manuales de un millón de cosas y todo envuelto en un rostros hermoso, un cuerpo oloroso y una voz suave y firme: en fin, el resultado de miles de años de técnica y ciencia reunidas. No por algo la flota rusa le permitía vivir en pareja con humano, pero sin abandonar el servicio asignado. Aparte de pensar estas consideraciones. Laurencio la quería como la mujer perfecta. Cuando él da una opinión sin base no saltaba a enrostrárselo sino que paulatinamente le informaba de hechos o conclusiones que le faltaban para opinar correctamente. Se daba cuenta de que a veces sus opiniones estaban basadas en ideas preconcebidas y enmendaba el rumbo no siempre, pues a veces su intuición decía lo que la lógica no llegaba a comprender. Lo mejor de la relación era, como siempre, en la cama: Adolina era dadora de placer y el gusto de Laurencio era saber que ella no estaba ni estaría compartiendo sexo con otro hombre, cosa que tarde o temprano la mujer natural hace en secreto, semi secreto, o abiertamente… dependiendo del hombre al que le había asegurado fidelidad. página 146 Sin saberlo Laurencio, Adolina podía rebajar su busto, caderas, trasero y afear el rostro y la voz, de modo que al estar trabajando y ausente de él, no incentivaba a ningún hombre a querer conquistarla. Y por ello muchos hombres creían que habían dos mujeres y ese era un secreto que ella mantenía imperturbablemente. El viaje comenzó sin problemas. Las dos naves aceleraron al unísono y del mismo modo y velocidad dejaron el sistema geminiano atrás. En el carguero “cr60 a r”, su capitán Federico Simonov imprimió velocidad de crucero y dijo a Farfon Dulunge, por comunicación virtual: A esta velocidad llegaremos en 10 años el sistema solar: hibernaré de tres en tres a mi tripulación de 20 hombres. Confiemos en que este será un viaje tranquilo.” “Y si no es así sabré vérmelas con los piratas que osen acercarse!”- dijo Farfón. Página 147 Un mes después. dos naves piratas aparecieron viniendo de las oscuridades del espacio; Adolina, quien estaba de turno en el radar, dio la alarma. . los timbres resonaron dentro de la nave y hasta los que estaban descansando saltaron de su cama para acudir a sus puestos. “Y que son, querida?” - Preguntó Laurencio al llegar ante la pantalla de radar. Adolina le sonrió y dijo: “Son dos naves piratas y ya lanzaron dos torpedos que vienen en camino.” “Espero que Ismael le sepa interceptar!” Exclamo Laurencio, mirando hacia el pasillo. “Ya lo hizo: van dos contra-misiles a toda velocidad. Mira la pantalla!”- Y ella agrandó a la visión en pantalla: se vio, tras dos segundos, cómo una doble explosión dada cuenta de la amenaza pirata. Los navíos se pusieron al otro costado del carguero . El capitán se colocó sobre éste y barrió con el Rayo C a los dos navíos piratas. Uno se incendió y quedó atrás - el otro huyó. “Nave auxiliar: revisen si han habido daños!” Ordenó Farfon. Laurencio se puso en la fila y montó el navío auxiliar. Pronto se aproximaba a la nave dañada y ésta ya no humeaba. Entraron a la nave tras abrir una excusa; dentro ya estaba el vacío del espacio: cadáveres flotaban por los corredores. Nadie había en la sala de controles y en las Bodegas hallaron oro y objetos robados a particulares. Los exploradores sacaron todo lo de valor y aún algunas cápsulas energéticas, para llevárselas al navío del capitán Farfon. Laurencio tomó dos pistolas láser antiguas pero en buen estado que vio sobre una mesa. Aceleraron y alcanzaron a la nave “Krabry” tras un viaje de 45 minutos. El capitán guardó el botín en una bodega. Laurencio reemplazó a Adolina, a la cual le mostró las dos pistolas. “Ah! Son hermosas: serie 602 de la fábrica Laster. Húngara.” Definió ella. Laurencio se las paso, diciéndole que las dejara en su camarote. Adolina las recibió, dándole un beso y diciendo: “Nos vemos allá dentro de cuatro horas.” Al rato pasó el capitán Farfón y mirando la pantalla y Pregunto: “Todo bien, radarista?” “ Es de esperar sigamos así de bien.”- Replico Leonardo, sonriente. El capitán asintió, con un gruñido. No se hacía ilusiones ya que los piratas eran como los tiburones en el mar: olían de lejos a su presa. Al término de su turno llego Adolina diciendo: Ahora es mi turno, amor. Cansado?” “Un poco ., pero si seguimos en los mismos turnos no vamos a estar nunca juntos.” Comento Laurencio cediéndole la silla. “Puedo pedir otro puesto, querido. “Tengo capacidades para estar de servicio en cualquier lugar de la nave.” Avisó Adolina. “Pídelo, pero que no sea en un puesto rudo.” Se preocupó Laurencio. “Como digas, Laurencio.” Respondió ella. Laurencio la acompaño durante una hora y luego se fue a comer algo. Al día siguiente Adolina tomaba turno en el puesto del artillero y la dirección de radares, y de ese modo tenían tiempo de estar juntos en su cabina. página 150 Del carguero se recibió una invitación para visitar la nave. Asistió Farfón y cuatro tripulantes. Llevaba minerales y a 10 pasajeros en hibernación. Farfon revisó los motores y halló algunas fallas. “Enviaré a mis técnicos a revisar esta maquinaria: tengo repuestos.” Dijo Farfon. “Le estaré muy agradecido.”- Comentó el capitán del carguero espacial. Para disgusto de Laurencio, su Capitán eligió a Adolina y otros dos tripulantes para llevar adelante esos trabajos. Cuando lo supo Laurencio dijo: “Y por qué a ti, ahora que estamos compartiendo tan bien!” Adolina le besó, diciendo:”No serán más de tres días terrestres, amor. Ya volveré a ti y a tus brazos.” Esto me calmó a Laurencio, quien anduvo enfurruñado hasta que Adelina efectivamente volvió al terminar el tercer día de trabajos en el carguero espacial. “Ya quedó todo reparado y probado!”- Afirmó ella, besándole, pues sabía que el amor es siempre posesivo. “Esto es muy bueno: he estado esperándote con ansias.” - dijo Laurencio . página 151 Dos semanas después vieron un asteroide esférico con una torre metálica brillando entre altas montañas. En la sala de mandos Farfon y Juan Pérez observaban aquello por el telescopio. “Alguien se hizo un hábitat allí. Además ese esteroide no está en los mapas.” Aseveró Juan Pérez. “No podemos dejar a los de la “cr60 ar” sin resguardo. Pero puedo enviar la nave auxiliar a ver e investigar. Quiero saber quién puso allí esa torre y con qué propósito.” Dijo Farfon. “Quiere que vaya yo?” “Así es, pero también puede ir Vargas si usted rehúsa.” Afirmó el capitán. “Iré yo”.- Dijo Pérez, y preguntada la computadora central dijo:”Según dirección y velocidades actuales y que estas no varíen, tiene usted 42 minutos y contando.” Pasado ese tiempo es la “Krabry” la que deberá regresar por ustedes,” “Aceptado.” - Dijo Farfon y Pérez corrió a cumplir el mandato. En la nave auxiliar estuvieron Pérez, Elena Imthueski, Dana R., Isidoro Vassili yTania Sirlova. página 152 Desenganchada la nave auxiliar, Elena giró el morro de la nave y aceleró hacia el asteroide que ya era apenas distinguible en la oscuridad aterradora del universo. La computadora de a bordo la tenía ubicada en el radar y salían allí algunos datos . “Radio de 270 km². Masa 2100 por 10 toneladas. Giraron alrededor de esa masa oscura llena de precipicios entre crudas montañas y quedaron ante aquella Torre que tenía iluminación propia. Pérez llamó por radio a sus ocupantes pero no recibió respuesta . Bajaron a los pies de esa construcción que calcularon de 50 metros de circunferencia y 320 m de altura; había una sola entrada o puertas situada ante un plano inclinado de 12 m . Usando cascos herméticos salieron de la nave auxiliar y se apresuraron a golpear en la puerta . Tras unos momentos esta se corrió hacia un lado solo un par de metros . página 153 A través del parlante alguien dijo: ”Bienvenidos a la torre del destino . Un lugar Pacífico . Se les permitirá la entrada sin arma solamente” . Juan Pérez dejo la suya en el suelo diciendo:” Dos de Ustedes se quedan aquí guardando nuestro regreso” . “Y si no vuelven?” Preguntó Tania. “Se regresan a la nave y llaman al Capitán.” dijo Juan. Una voz dijo por el parlante:” Las armas deben quedar fuera de la Torre” . Asi es que Tania y Diana las tomaron y salieron fuera de ese hall . Entonces se abrió una puerta y el resto entró en la edificación . Un robot metálico les recibió diciendo:”Les llevaré ante el administrado! Síganme!” Juntos caminaron por un corredor y tras otra puerta había una sala con una persona sentada ante un ancho escritorio. Este era un hombre de barbas blancas y usaba lentes ópticos. Hizo un ademan con la mano y dijo:” Tomen asiento en los sillones.” Juan Pérez miró su reloj y dijo:”No tenemos mucho tiempo. Señor. Vamos pasando por el sector y vimos esta Torre: mi capitán quiere saber quién construyó esta torre y para qué usos está aquí.” página 154 “Entiendo su premura; usted está ante el vigilante elegido por los constructores de esta Torre, que lleva aquí 58 años . Los patrocinadores han fallecido. El motivo de la Torre y su función es cartografiar el universo y anotar Todo cambio ya sea a nivel local como lejano . Tenemos miles de archivos disponibles para su estudio . Actualmente no hay otro ser humano existente en la torre más que yo aunque hay 54 otros mecanismos robots uno de los cuales le dejó pasar” . El hombre tose, aparentemente cansado de hablar” . Juan dijo: “Entiendo . Entonces entiendo que es de uso particular con fines científico” . “Así es . Fue un gusto que se dieron los financistas en su existir . Estuvieron aquí por muchas temporadas admirando el cosmos con telescopios y también desde sus habitaciones que tienen ventanales al espacio”. Dijo Ese hombre . “Está bien: no le pediré que me muestre nada ahora porque se nos acabó el tiempo y quizás a nuestro regreso tras ir al sistema solar podamos visitarlo” . Aviso Juan Perez. página 155

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