Desde Chile para el Mundo.

Thursday, March 28, 2024

piratas 7--parte 3

50. “Mientras no tengamos entradas de dinero, vamos a seguir como podamos mejor.”- Se conformo Franz, mirando a su hijo, quien ya se quedaba dormido… Al día siguiente realmente hallaron trabajo y a Franz le permitieron tuviera a su hijo cerca mientras laboraba. Era la mantención de calderas en un edificio: supo que habían pasado setenta años desde la anterior niebla amarilla y eso lo comentaba con Fagocito, el cual dijo:”Ciertamente ha habido cambios. He sabido que el rey no acepta navíos espaciales aterrizando aquí y si bien ha aceptado otras invenciones provenientes de la Tierra, han sido las que menos atentan con su gobierno autoritario. Esto de los chips subcutáneos se dice ya es obsoleto en la Tierra, pero acá el rey lo implemento para otros fines más bien benéficos, como las comidas gratis y las habitaciones para gente pobre.” 51. “Lo cual nos ha favorecido. Me pregunto que adelantos nos estamos perdiendo… con estos setenta años en el futuro, estoy seguro de que nadie nos recuerda ni en Woodsworth ni en Nueva Rusia! Esos records , si es que los hubieron acerca de nosotros ya deben estar borrados.”- Dijo Franz. “Nos creen muertos.”- Aseveró Fagocito. “Quien les cree muertos, tío?”- Preguntó Laurencio, desde su dormitorio. “Ah, unos hombres que no querían vernos en sus territorios! Pero ya deben ellos haberse muerto de viejos.”- Explico Fagocito. “Es que Uds. no envejecen?”- Preguntó el chico Laurencio. “Todavía no.”- Replico Franz, guiñándole un ojo. Tras varios meses de trabajo, tenían ya ropa buena y calzados a la moda. Sus cabelleras rapada, la moda en curso, y el pequeño Laurencio aprendiendo ciencias en un colegio fiscal. 52. Ernesta y Franz. Franz, adicto como siempre a entretener su vida con una mujer al lado, conoció yu conquisto a Ernesta, una trabajadora como él, quien se mudo al departamento. Fagocito espero tres días para avisar que se mudaba. “Pero hombre, en donde caben tres caben cuatro! Quédate en el departamento compartido!”- Pidió honestamente Franz “Es preferible que tengas privacidad con tu mujer y más espacio. Estaré cerca: hay un edificio del mismo tipo a dos cuadras de aquí! Vendré a verles seguido. No olvidare a mi querido ahijado!”- Aseguro Fagocito. “Siendo así, me conforme. Y pronto deberás invitarme a conocer tu nueva morada!”- Respondió Franz. El departamento de Fagocito también era de tres piezas y un baño. Llevo sus escasas pertenencias allí y la primera noche solo echo de menos las charlas con Franz y las preguntas de Laurencio… Eso tenía que mantenerse, pero en horario de visitas. En los días siguientes así fue; tras el trabajo visitaba a la pareja, conversaba un rato con los mayores, y luego dedicaba otra hora en revisarle las tareas a Laurencio, para luego despedirse y se apresuraba a ir a cenar gratis en una sala comedor dispuesta por el gobierno. Allí conoció a Martita, quien dijo ser soltera y trabajar en una oficina de informes financieros. Era menuda y bien educada. Surgió un suave romance y ella se fue a vivir junto a Fagocito, llevándose sus escasas pertenencias. A los ocho meses, Franz le dijo: “Ernesta está embarazada! Según exámenes previos, viene una niña.” “felicitaciones, nuevo papa! Les deseo lo mejor.”- Dijo Fagocito, besando la mejilla de Ernesta. Ya en su hogar, Martita dijo: “Que bien por tu amigo! Ahora tendrá la parejita: un niño y una niña!”- “Así es. Se lo merece. Sufrimos mucho en la selva.”- Comento Fagocito, recordando el escape de manos de los Gigantes, el ataque de ese Kayakasaurio, las hambrunas en el campamento… Semanas después, Fagocito arrendo una lancha e invito a Franz y familia a salir a pescar. “Recordaremos cuando salíamos a pescar la cena!”- Decía Fagocito. “Acepto, aunque la bebe es muy joven para estar respirando humedad.”- Comento Franz, y lo mismo opino Ernesta quien le miro de soslayo al decir: “si quieres, anda tu con tu amigo! Yo me quedo: la pequeña no tiene aun sus pulmones desarrollados lo suficiente!” “Está bien, volveré pronto.”- Replico Franz, llevándose a Laurencio al paseo. 54. Salieron del muelle bien temprano y ya lejos del puerto, tiraron la red, capturando varios peces, Un marinero les preparo, friéndolos en un sartén y así almorzaron alegremente. “Y qué edad tiene el joven Laurencio?”- Pregunto Martita. “Respóndele a tu tía.”- Pidió el orgulloso padre. “Tengo nueve años, tía! Y voy en tercer grado en mi colegio.”- Respondió Laurencio, sonriente. “Ah, qué bien! Debes aplicarte en el colegio, ya que una persona educada triunfa en la vida.”- Opino Martita, palmeándole la espalda. A los tres días regresaron a Lamida y se despidieron del dueño de la lancha y sus dos marineros, llevándose algunos pescados fritos para compartir en sus casas. Ernesto miro desaprensivamente los pescados y dijo: “Creí que ya no volverían! El mar es tan peligroso!”- 55. “Mujer! Fuimos lejos del puerto! Y la lancha se detenía cerca de la costa para pasar la noche. Pero basta de eso! Como sigue Rosita?”- Pregunto Franz. “En su cuna.”- Replico Ernesta y se notaba que estaba molesta con él. Un año más tarde, con Rosita creciendo sana, la actitud prepotente de Ernesta se manifestaba cada vez más, ordenando y prohibiendo pequeñas pero molestas cosas, y así Laurencio comenzó a ser rechazado por Ernesta, quien veía en él a su rival Vona, quien aunque allí no estaba ni podía estar, su antigua relación con Franz la ponía celosa sin motivos. Semanas de tención, en que Franz veía el trato desdeñoso de Ernesta hacia su hijo y se lo hace ver. “Lo trato bien! Que quieres, que lo ande besando si no es mi hijo?”- Replico ella, con expresión de odio. Franz, no queriendo que comenzara una Odisea en su casa, pregunto a Fagocito si se lo llevaba por un tiempo, aduciendo que desde esa casa era menos el recorrido al colegio… 56. “Por supuesto que sí! Acá es su segunda casa. Iré contigo a traerle sus cosas.”.- Se ofreció Fagocito, quien con Martita ya habían comentado el trato distante que estaba mostrando Ernesta hacia Laurencio. Ese mismo día hicieron el cambio y la cara de triunfo de Ernesta molestó enormemente a Franz. Por su parte, Laurencio se alegro de ser bien recibido y Fagocito le ayudaba en sus tareas; Franz llegaba a verle a las dieciocho treinta horas y se quedaba allí hasta las 21 horas, departiendo . En Lamida no habían feriados, solo una larga vacación anual. Tres meses más tarde y a causa de los retos de Ernesta, quien pretendía que Franz llegara a su hogar desde el trabajo y no pasadas las 21 horas, fue que Franz se separo de ella y se fue a vivir a otra parte, ahora recuperando a Laurencio, con el cual visitaban a Fagocito y esposa. Con relación a Ernesta, ella pronto tuvo otro hombre con quien convivir, aunque permitía que Franz se llevar a Rosita en vacaciones. 57. Cuatro años más tarde, Fagocito conoció a un ruso de nombre Dimitri, el cual le ofreció un empleo bien remunerado en Nueva Rusia; este lo rechazo, pues consideraba que la vida hogareña con Martita se mantenía bien y la amistad seguía inalterable con su compañero Franz y su hijo Laurencio. Dimitri insistió, ofreciendo más dinero, y para ponérsela difícil pidió como requisito poder contratar hasta cinco personas bajo su mando, a fin de tener colaboradores eficientes. Y para su sorpresa, se le acepto su requerimiento. Ahora, que quería Dimitri de Fagocito? Administrar una extracción de petróleo hecha en plataformas marinas al sur del continente Estaol. Esto levaba peligros y duro trabajo, aunque el sueldo alto lo justificaba. Fagocito invito a Franz a compartir ese trabajo, mientras estaban en comedor en casa de Franz, Fagocito dijo: “Llevo años trabajando por unos pocos sopes. Si el sueldo es tan bueno como prometen, en un año podre decir que valió la pena.” “Claro. El problema es el frio- será mayor que aquí. Además Laurencio y tu mujer Martita vivirán en un edificio cercano a la costa, ya que las plataforma no son para la vida de hogar. Asi es que no se verán todos los días.”- Dijo Franz. Martita dijo: “Si es por un mejor futuro, yo puedo soportarlo. Laurencio me imagino que va a tener clases por video conferencia. Veré que le vaya bien en sus estudios.” Viendo que todos estaban de acuerdo, Fagocito converso con Dimitri, para aceptar el trabajo. En dos semanas de preparativos, Fagocito y su esposa, con Franz y su hijo, embarcaron sus pertenencias en un vapor de chárter, el cual partió al día siguiente de su llegada a bordo. Este vapor era de mil quinientas toneladas y llevaba materiales para la extracción de petróleo desde el fondo del mar. “El mar esta encrespado! Debemos soportar el vaivén.”- A. Franz. “ya me siento mareada!”- Alego Martita, esbozando una débil sonrisa. Días después llegaban a Losesteine, en donde el barco desembarco alguna otra mercancía y tras tres días cruzaron el mar hacia Nueva Rusia, en donde transbordaron a un nuevo barco, de nombre “Cárpatos”, que junto a otros dos navíos menores se dirigieron al sur, navegando durante cinco días. Estando sobre cubierta, Franz le indico a sus amigos que ya estaban a la vista de la plataforma petrolera, la cual era enorme. Los trabajadores de la misma saludaban la llegada del barco con algunos gritos de alegría. Al desembarcar, Fagocito presento a Franz diciendo: “El es mi segundo ayudante, el Sr. Franz, quien me representara en algunas ocasiones. Espero trabajemos en armonía y estoy siempre abierto a sugerencias.” Esa fue su introducción al tema laboral, y paso a su oficina, en donde hizo poner otro escritorio para su amigo Franz. “Espacioso y funcional! De mi completo gusto!”- Dijo Franz, sentándose en el sillón giratorio. Al día siguiente un navío menor llevo a la gente de franco al continente, y con ellos se fue Martita, Laurencia y Franz, quien debía devolverse tras ver que ellos quedaran bien establecidos. El edificio de la empresa era enorme y constaba de seis pisos con 120 departamentos, cuarenta bodegas y un servicio médico, odontólogo y un sacerdote cristiano ortodoxo, hombre de voz imponente, larga barba y que les dio la bienvenida, informando que su nombre era Iván Raradivo. 60. En el edificio del personal de la Petrolera. Franz se quedo allí hasta que el barco que le trajera regreso a la plataforma, llevando verduras y agua filtrada. También iban quince trabajadores que habían estado descansando en tierra. “Pórtate bien, hazle caso a la tía Martita y estudia. Te harán un examen a final de año y estoy seguro de que pasaras al siguiente curso.”- Dijo Franz, besándole la frente. El joven estaría bien cuidado en el mismo departamento que Martita. De vuelta en el emplazamiento petrolero, vio que la broca taladraba el fondo marino. “Hola, jefe!”- Dijo al entrar en la oficina de Fagocito. Este le saludo, pregunto como habían quedado alojados en el edificio del personal y agregó: “Comerán gratis y hay profesores en línea. Veré que tengan de todo.” “Muy bien. Veo que la broca esta aun horadando sin resultado.”-Opino Franz, sentándose ate su escritorio. “Ya habrán resultados. Hay estudios previos que así lo aseguran. Te pasare algunos listados. Se hicieron requisiciones y ahora tenemos el listado de lo que llego. Compara cifras, ítems y anota diferencias y me das un informe. Lo que falte lo pediré, y así comenzamos la labor.”- Dijo Fagocito. Los resultados diarios de avance se enviaban por señal satelital y viceversa, las dudas de los administradores generales llegaban por el mismo medio. 61. “Este es un trabajo burocrático.”- Opino Franz al tercer día de labores. “Es el sistema! Mientras respondamos las preguntas y enviemos informes, estarán felices. Apenas empiece el bombeo habrán más datos que procesar.”- Comento Fagocito, quien estaba en esa oficina unas tres horas al día y el resto en inspecciones y atendiendo decisiones que le pedían los trabajadores. Diecisiete días después broto el petróleo, previa salida de gases y agua. Las mangueras empezaron a llenar tanques vacios, que se cargaban en barcos que luego se llevaban hacia Nueva Rusia. Franz visitaba a Laurencio cada cinco días y Fagocito iba al volver Franz, con lo que la comunicación con Martita estaba en regla. 62. La vida se torno rutinaria en la plataforma y una vez tomado el ritmo del trabajo todo era cosa de seguir esforzándose. A los seis meses llegaron visitas: el gobernador ruso de la ciudad y otros funcionarios ; saludaron a los dos terrestres, creyendo que eran oriundos del planeta y se fueron a los dos días de estadía en medio de fotos y videos que se enviaban a Nueva Rusia para el consumo de la población. “Esto marcha! No tuvieron reclamos y se fueron satisfechos! No creo que vuelvan pronto.”- Rio Franz. “Nuestros sueldos están justificados. Podemos completar el año y partir, o quedarnos por otro periodo.”- Avisó Fagocito. “No es mala la vida aquí, pero no es lugar de mi preferencia. Podríamos abrir un local comercial en Nueva Rusia , ya que en Lamida está todo muy reglamentado por el gobierno de su Majestad.”- Insinuó Franz. Fagocito se sobo la nariz y dijo: “Claro que si! Asegurar la entrada de dinero es primordial.”- Pensaba que la vida en medio del mar tampoco era su ideal de vida… 83.Lo provechoso de estar en ese lugar desierto es que no había nada que comprar, todo era provisto por la petrolera, así es que el dinero mensual se iba acumulando sin merma. Al terminar el año, Laurencio paso de curso, Martita pidió volver a Lamida y por tanto, Fagocito llamo a quien le había dado ese puesto. El Sr. Dimitri. Este se sobresalto al oír la decisión y dijo: “Por qué quiere irse? Tiene algún emprendimiento en perspectiva” “Con mi compañero Franz pensamos en abrir un local comercial y vivir en la ciudad de Lamida. También mi mujer quiere volver a la ciudad. Y yo le agradezco esta oportunidad de trabajo que Ud. me dio.”- Dijo Fagocito. “Pero, compréndame Ud. a mi! Yo le puse allí para que resguardara los intereses de la Compañía Petrolera y lo ha hecho bien. Cero reclamo! Y le propongo algo: siga allí por un año más y le subo el sueldo. También le daré vacaciones pagadas en cualquier hotel de Lamida, por 20 días, con su mujer y otros que quiera llevar. Mire, su mujer echa de menos el trafico de gente y en una vacación verá cómo se conforma y vuelve al sur con ánimo renovado.” 64. Tras pensarlo unos instantes, Fagocito dijo: “No soy capaz de defraudarle, no ahora que Ud. se ha portado tan generoso. Seguiré con la Compañía.” “Eso es, animo! Y vea a quien deja a cargo durante sus vacaciones! Quizás a su amigo, como se llama…”- Comento el Sr. Dimitri. “Franz.”-. “Claro. El. Y dígale que si tiene algún problema y no halla como resolverlo, que me llame. Estoy disponible todos los días.”- “Muchas gracias.”- Dijo Fagocito. “No se preocupe. Le enviare un helicóptero para llevarle a Lamida, previo aviso. Adiós.”- Termino diciendo don Dimitri. Fagocito hablo de esto con Franz y este le dijo: “Perfecto! Conseguiste dos cosas: vacaciones por 20 días y un aumento de sueldo!” “Así es. Tú me reemplazaras! No te será difícil pues has laborado codo a codo conmigo, y no hay nada nuevo que no sepas. Y me llamas por radio si necesitas consejo. También al Sr. Dimitri, quien dio su número de teléfono por si necesitas algún consejo.”- Informo Fagocito. 85. “Anda, que no habrá problemas!”- Le aseguro Franz, dándole algunas palmadas amistosas en la espalda. Fagocito viajo en el barco que hacia el cabotaje semanal, de llevar, solo personal y piezas dañadas, aunque de traer, eran carne y algo de verduras. Al llegar, saludo a Martita y le comunico la noticia. Ella frunció el ceño- había tenido la cierta esperanza de irse, pero ahora le estaban diciendo que no se iban…No discutió ni expreso su malestar, viendo a Fagocito tan alegre. El chico Laurencio lucia sano y feliz de ir bien en sus clases. “Fui el primero del curso!”- Decía, orgulloso. “Me alegro1 “- Replicaba Fagocito, tratando de no ver que el niño estaba cual un huérfano. Ella dijo: “Creo que deberíamos llevar a Laurencio. No es posible dejarle solo.” Fagocito miro al niño, y respondió: “Por supuesto! Tanto cupos para varias personas.”” “Es que llevaras a Franz?”- Se inquieto Martita. 86. “El no irá: se quedará a cargo de la administración.”- Respondió Fagocito. Dos días después aterrizo un helicóptero y el encargado aviso a Fagocito que lo llevarían al día siguiente hacia Lamida. “Muy bien! A qué hora será el vuelo?”- Pregunto Fagocito. “A las nueve horas, señor.. en el sector de vuelos.”- Dijo ese piloto, retirándose. Martita hizo las maletas con todo lo que creyó necesario, y al día siguiente subieron a un moderno y espacioso helicóptero, que ya estaba calentando motores, y luego se elevaron suavemente. Llevaba cinco tripulantes y doce pasajeros, contando a Fagocito y los suyos. Dentro de la cabina había un olor agradable, todo alfombrado y con sillones reclinables. La velocidad crucero fue de setecientos kilómetros por hora, volando a dos mil metros de altura por sobe el océano Congelatus. Pronto los adultos conversaban y el viaje duro tres horas con quince minutos, y aterrizaron en el aeropuerto de Lamida. 67anterior números error. “Llegamos! Un bus los llevara al edificio de la Compañía Petrolera en un momento. Espero que hayan disfrutado del viaje.”- Les dijo el Comandante de vuelo. “Gracias.”- Dijeron todos, a su manera y tiempo Ya en el bus, alguien les indico que era muy confortable y que no tendrían que pagar por nada. Y efectivamente hallaron que se daban desayuno, almuerzo y cena gratis y de buena calidad en una sala con mesas y sillas cómodas, solo que los comensales debían llenar sus bandejas con ollas dispuestas en estantes: mucha variedad y sin restricción de comida: se podían repetir todas las veces que quisieran. “Es maravilloso! No hay que hacer comidas ni asear las piezas!”- Se alegro Martita, quien así podía acompañar a Fagocito y Laurencio en sus paseos por la ciudad, que tenía muchos centros de diversión, museos y teatros que conocer. Había un zoológico que mostraba dinosaurios hasta de tres metros y videos que mostraban a los más grandes en su hábitat. La venta de souvenir era numerosa. Pasaban las tardes al borde de la piscina de la Compañía Petrolera y habían tres salas de descanso, en que, tras la cena, se podía bailar, ver películas o simplemente jugar a las cartas. “Se ve poca gente. No más de veinte personas.”- Decía ella, y eso le agradaba a Fagocito, quien siempre había evitado a los grupos numerosos- El hijo de Franz jugaba con entretenciones virtuales, pero también le llevaban a ejercitar su cuerpo en un Gimnasio cercano. Fagocito le decía: “Si haces bastante ejercicio, veras como creces más alto y fuerte!” 69. Franz le envió un mensaje, diciendo que todo funcionaba normalmente y que disfrutara de sus días de asueto. Esto tranquilizo a Fagocito, ya que el primer responsable era el. Fueron a ver la llegada de un barco de turismo proveniente de “Woodsworth y su gente se disemino por la ciudad visitando los lugares de interés. “Tío! Esta ciudad tiene de todo! Y quisiera estudiar, más adelante, como le digo, de técnico en una nave espacial!”- Aviso Laurencio. “Interesante! Tienes que terminar todos tus estudios de colegio y entrar a una Academia.”- Aviso Fagocito. “Y eso es en Nueva Rusia, verdad?”- Inquirió Laurencio, quien ya se había ilustrado al respecto. “Así es! Son cuatro años y dos más en una nave… Los rusos viajan no solo hasta aquí! Hay otros mundos a los que llegan.”- Comento Fagocito. 70. Le faltaban ocho años de estudios en colegio ya que recién había pasado a cuarto año básico. Era un largo camino, pero se veía que el chico ya tenía claro que deseaba ser en la vida. Con Fagocito hicieron un tour por la costa, en que algunos pasajeros pudieron nadar bajo el agua, cosa que no hicieron ellos, pues Fagocito prefirió conversar en un salón con algunos turistas y Martita dijo a Laurencio que aun era muy joven para arriesgarse en el mar. A MEDIA tarde de ese día volvieron algunos de los sub marinistas muy afectados pues un Mosasaurio juvenil había atacado al grupo, engullendo a dos de ellos- aletas incluidas. Esto hizo que el capitán de esa embarcación ordenara inmediato regreso al muelle, aduciendo que los padres de ese Mosasaurio juvenil podían aparecer y emprenderlas en contra de la embarcación, que no era lo suficientemente grande como para resistir esa clase de ataques. Ya en la ciudad, Martita lloro de pena y quiso irse de regreso a su departamento en el edificio de la Compañía Petrolera. Debieron esperar a que llegara el helicóptero, y eso fue a los cuatro días después. 71. Al llegar a la plataforma, tras dejar a Martita y Laurencio en el edificio, Fagocito recibió los informes de su amigo Franz, quien había hecho algunos cambios en el funciona miento de la plataforma de extracción. Uno de ellos fue considerado malo por Fagocito, quien devolvió esa labor a como estaba antes del cambio. Franz se lo tomo a bien, pensando en que su amigo era el jefe y se suponía que sus decisiones eran las mejores. “Tu hijo quiere ser astronauta. Sabias eso?”-Pregunto Fagocito. Franz abrió mucho los ojos, sorprendido, y dijo: “No tenía la mas mínima idea! Y te lo dijo en serio?” “Muy en serio! El chico parece saber lo que más le acomoda. Espero que tu no te opongas.”- Hablo Fagocito. Franz se encogió de hombros y respondió: “No me voy a oponer a algo útil! Y en que rama quiere laborar?” “Me dijo que de Técnico.”- “Todo un profesional, mi hijo! Lo apoyare, por supuesto. Y hay alguna Universidad que otorgue esos cursos?”- Pregunto Franz. “No en Universidad: es en una Academia que los rusos tienen en su ciudad. Y como sabes, tienen muchas naves interplanetarias en servicio.”- Dijo Fagocito. “Por dinero no habrá problema, he ahorrado mucho. Lo que encuentro molesto es que no le veré seguido.”- Comento Franz, sabedor de que algunos viajes pueden durar años, y para el regreso él estaría viejo. Una lagrima se escapo de un ojo, y se la seco con un movimiento rápido de su mano. Fagocito hizo como que no se había dado cuenta, pero supo al . lo que había pensado Franz, y dijo, a modo de consuelo: “Por eso es que ahora debes aprovechar de estar lo más posible con él! Mira, te doy vacaciones ,unos veinte días. Qué te parece? Así podrás estar con tu hijo.” Y esto lo agradeció Franz, quien ya olía a petróleo de tanto laborar en la Plataforma. 73. Cuando llego al campamento, Martita no tuvo inconvenientes en que Laurencio se fuera con su padre a otro departamento, a fin de ni dar a hablar a la demás gente, siendo ella la mujer de Fagocito. Eso sí, iban a almorzar y cenar a su mesa. En esos días, Franz paseaba por los alrededores en un automóvil todo terreno, propiedad (como todo allí) de la Cía. Petrolera rusa. Casi siempre la ruta terminaba en cualquier parte pintoresca- fuera del edificio de la Compañía, no había otro signo de humanidad por allí. Habían dinosaurios, pero pequeños. Las razas de gigantes no gustaban del frio y quizás eso era por lo cual no se les veía en esa latitud. “Padre: te dijo el tío Fagocito de mis deseos de viajes por el espacio y visitar planetas siendo un técnico?”- Pregunto Laurencio. 74. “Claro que si! Y me alegro por ti! Si ya has decidido, ayudare con los pagos, viajes, lo se sea!”- Aseguro Franz, tirando un guijarro al arroyo frente al cual estaban situados. Cuando regreso Franz al trabajo, Laurencio también retomaba sus esgtudi0os con energía, pues ahora se sabía respaldado. “Y, como te fue en tus Vacaciones?”- Le preguntó Fagocito, sentados ambos en la oficina que compartían. “Un verdadero descanso no pensar en taladros, fuerza motriz, requisiciones de material, peticiones de los trabajadores!”- Opino Franz. “Ah! Y ahora llegas a lo mismo! Bienvenido!- Rió Fagocito. 75. Sabedor de que quería saber de su mujer, Franz le aseguro de que estaba muy bien, y a gusto; que le acompañaba Laurencio y que ambos se llevaban bien- Esto relajo a Fagocito, quien dijo: “Iré dentro de tres días! Tu, como llegaste descansado, me podrás reemplazar.” “Con todo gusto.”- Asevero Franz. Al día siguiente se despertó una tormenta, que baldeaba enormemente a la plataforma, la cual resistía los embates de las grandes olas que parecían venir del abismo y crecer como montañas espumosas. “Retire al personal de cubierta. Los botes están amarrados en la plataforma numero uno. Algunos cables han cedido, pero nada grave.”- Informo Franz al pálido Fagocito. “Hay que resistir! Sé que la plataforma está fabricada para soportar temporales como este.”- Informo Franz al pálido Fagocito. Esa noche un Mosasaurio se golpeo contra un pilote, provocando un temblor que a primeras se creyó falla, pero luego al ver sangre roja mezclada con el agua, el personal opino que había sido un enorme animal marino el causante del golpe. 76. Dos días duro el temporal y luego amaneció nublado y lloviendo copiosamente . Al llegar a la oficina, Fagocito dijo: “Ni modo que yo pueda ir a la costa, como hubiera querido! El mar esta muy picado y me dicen que es peligroso salir con este tiempo.” “Creo que lo mejor es posponer tu viaje, no sea de que termine en tragedia.”- Dijo Franz. Esa tarde vieron pasar un Mosasaurio a escasos metros de la plataforma. Algunos trabajadores hablaron de dispararle de oír esto, Fagocito dijo: “Nuestras armas no le harían mella! Un poco de sangre y nada más! Se necesitaría un arpón con carga explosiva.” “O un cañón.”- Opinó Franz. El asunto era de que todos estaban nerviosos, y esto produjo algunos accidentes menores, pero inesperados. “Podrías hacer que le dispararan balas a ese monstruo! Sé que no lo mataran, pero tranquilizara a los hombres, viendo que algo hacemos para ahuyentarlo!”- Recomendó Franz, y se hizo así. A cada balazo certero, la gente vitoreaba y se reía, cosa que hizo muy bien para elevar los ánimos. Con respecto a los daños, el animal pareció no sentirles y continuo rondando por los alrededores durante veinte días, en los cuales Fagocito obvio que no pudo ir a tierra a ver a su mujer… 77. Seis días debió esperar, y al séptimo el mar dejo de presentar altas olas y el Mosasaurio pareció irse a otro lugar. Se embarco Fagocito, y en el viaje el capitán aceleraba la marcha todo lo posible, deseoso de evitar encontrarse con esa criatura marina. Felizmente nada ocurrió y Fagocito y algunos otros trabajadores pudieron desembarcar y llegar al edificio de departamentos bajo una leve llovizna. “Llegue! Me echaste de menos?”- Dijo Fagocito, abrazando a Martita. “Claro que sí! Y me decías que había tormenta y yo rogaba para que terminara! Y te vez más delgado… no comes bien?”- Pregunto ella. “Como siempre! Quizás ese Mosasaurio me tuvo más preocupado que la tormenta! Pero afortunadamente ya se alejo!”- Respondió Fagocito. 78. Laurencio, que había estado esperando a que la pareja dejara de abrazarse, entro en ese comedor, diciendo: “Tío Fagocito! Qué bueno que pudo venir!” “Ah, sí? Y para que me necesitabas? Algún problema difícil de resolver?”- Bromeo este. “Ah, si lo menciona.. si, es algo de Algebra. A lo mejor Ud. sabe.”- Dijo Laurencio. “Yo creo que si se! Pero déjame descansar y veremos cuál es el problema!- Dijo Fagocito, sonriente. El interés por hacer las cosas bien, por parte del chico, era loable. Pero no se daba cuenta de que era ambición de superarse y llegar a puestos muy altos… Dos días después recibe llamada de Franz , pidiéndole autorización para requerir de la Compañía Petrolera un cañón, a fin de combatir al Mosasaurio, que ha vuelto a aparecer; Fagocito se dio cuenta de que ese ser no se iba a ir: posiblemente había hallado un lugar en que podía hallar muchos peces y no se lo iba a perder. 79. Autorizo esa requisición; al tercer día llego un helicóptero artillado, que se poso en una de las tres pistas que tenia la plataforma en su parte superior. El piloto converso con Franz y quedaron de acuerdo en que este avisaría apenas apareciera ese animal. Curiosamente el Mosasaurio no se dejo ver en siete días corridos, cosa que hasta hizo pensar al piloto de que los administradores de la plataforma petrolera estaban paranoicos de tanto laborar en un lugar solitario, pero cambio de manera de pensar cuando recibió la alerta. Desde lo alto de la torre podía ver la enorme dimensión del Mosasaurio y su hocico lleno de temibles dientes. El helicóptero se elevo y siguiendo el animal desde arriba, le lanzo dos bombas de cien kilos cada una, que reventaron al animal en innumerables trozos los cuales flotaron por unos momentos sobre la superficie del Océano para luego hundirse y así nutrir a los peces, que pronto y en cardumen, devoraron al gigante de las profundidades. 80. El piloto y su helicóptero se mantuvieron alertas durante una semana más y luego volvieron a la base. De esto fue informado Fagocito a través del teléfono y pudo ver el ataque del helicóptero en diferido, y quedo satisfecho. “No tienes que volver, querido? Llevas acá treinta días ya!”- Le pregunto Martita, quien le veía leer o escribir senado a una mesa. Levanto la mirada el hombre, y dijo: “Estoy en contacto permanente con Franz y no hay problemas. Y qué? Te molesta que este aquí contigo?”- “No es por eso, pero es tu trabajo, tus jefes en la Central, no dirán nada?”- Inquirió Martita, sobándose las manos. “Y por que van a decir algo? Franz no les dirá nada de mi ausencia física! No te preocupes! Necesitaba un buen descanso.”- Acoto Fagocito. Martita asintió con la cabeza y ese día el la llevo a admirar paisajes en el auto de la Compañía Petrolera. Por su parte, Franz se había acostumbrado a laborar sin la presencia de Fagocito, aunque le iba informando día a día de las ocurrencias en la plataforma. De tanto en tanto, alguno de los operarios pedía licencia y se iba a Nueva Rusia. La soledad y el continuo ruido de las olas terminaba por sobresalir del deseo de ganar dinero, y la mayoría no volvía. Y eso mismo estaba sucediendo con Fagocito, solo que este estaba ya con su mujer y lejos del mar. 81. Dos meses más tarde se le aviso a Franz de la futura visita de un grupo de dignatarios rusos y asi fue que llamo a Fagocito para avisarle. “No quiero ir! Atiéndelos tu!”- Pidió este, lo cual preocupo a Franz no solo por Fagocito sino que también por él mismo, y sin decirle nada, apareció en un helicóptero cerca del edificio de departamentos y entro a casa de su jefe. “Buenos días, Martita! Como estas tu? Bien?”-Inquirió Franz. “Muy bien! Y tú te ves tostado por los rayos de Géminis… todo bien, allá?”- Respondió ella, algo inquieta. “Todo normal y bien! Ah, hola, hijo! Ya estas más alto! Se ve que la tía Martita te esta regaloneando con buenas comidas!”- Dijo Franz, a su hijo en el comedor. 82. “Voy bien en mis estudios! Y tú, como estas?”- Pregunto el hijo. “Muy bien. Vengo a ver a tu tío! Adonde esta ese caballero?”- Pregunto Franz. Fagocito llego al comedor, al ir escuchando voces, y saludo a su amigo con un abrazo.“Veo que viniste sin avisarme!” Todo marchando bien! Creo que te dije que vienen peces gordos de la Compañía Petrolera… Me gustaría que estuvieras tu para que los atendieras. Me revienta tener que enseñarle a esos señorones todo lo que hacemos en la plataforma para seguir pagándoles el sueldo!”- Comento Franz, en tono jocoso. Se ensombreció el rostro de Fagocito, y dijo: “Y me vienes a buscar!” “Claro que si! Tu eres el indicado para ilustrar a esos tipos! Qué me dices? Tengo el helicóptero esperando.”- Dijo Franz. Fagocito arrugo el ceño, diciendo: “Helicóptero? Y yo que creía que habías llegado en lancha!”- “Es que fue un impulso del momento, y me dije: “Que tal si vas a visitar a tu viejo amigo el ermitaño y le traes a gozar de la brisa marina? Y aquí me tienes.”- Se excuso Franz, quien lo había meditado por horas antes de tomar la decisión. Martita intuyo lo que pasaba e hizo un gesto afirmativo a su marido, dándole apoyo. Fagocito accedi9o y dos horas después ya iban volando a la plataforma. 83. Las visitas llegaron dos días después : un político del gobierno, tres Directores y un psicólogo. Se le hizo ver a Fagocito la preocupación del Directorio al haber cinco casos de operarios con problemas conductuales que habían llegado a la Clínica Psiquiátrica de Nueva Rusia, tras haber estado laborando en la plataforma petrolera. “Es lo normal, señores! A pesar de permisos especiales, vacacione y sala de entretención, el mar se les mete dentro, por decirlo de alguna manera, y luego lo único a que aspiran es a retirarse! Eso es lo que sucede.”- Afirmo Fagocito, con ademan perentorio. El psicólogo dijo: “Hay terapias in situ. Vengo a quedarme y así tratar a la gente con indicios de problemas!” “Bienvenido sea! Toda ayuda en este sentido es provechosa!”- Accedió Fagocito, tras notar la actitud decidida de la mayoría, que luego hablo de producción y metas. Fagocito leyó informes y luego les dio el acostumbrado tour por la plataforma, explicando los pasos que se iban dando, desde la extracción hasta el despacho del crudo a través de barcos cargueros. 84. Las visitas se derivaron al edificio sito en la costa, para que durmieran a gusto y allá estuvieron dos días paseando por los alrededores y a los cuatro días de llegados a esa latitud, regresaron a Nueva Rusia en helicóptero. Menos Brian Barroski, quien pidió una oficina para atender a los pacientes. Fagocito desocupo una pequeña bodega , puso allí sillas y un escritorio metálico y el psicólogo solicito entrevistar al personal. “Es para ir viendo quien está a . de estallar, para decirlo en fácil.. mejor prevenir que curar!”- Dijo Brian Barroski al escéptico Fagocito, quien se cuido mucho de no dar su opinión acerca de la psicología y sus ministradores. Los visitantes se fueron en un buen helicóptero y Franz dijo: “Espero se hayan ido conformes! Estos burócratas son siempre díscolos y si no hayan nada malo, se enferman.” “Claro. Bien, me quedare un tiempo. Creo que echaba de menos el olor del mar.”- Comento Fagocito. El psicólogo comenzó su ronda de entrevista y hubieron varios que no quisieron asistir. A estos acuso a Fagocito, quien dijo: “Hablare con ellos. Pero Ud. debe saber que no los puedo llevar a la fuerza.”- El psicólogo se puso más serio que de costumbre y dijo: “Obviamente que no, pero se les puede decir que están rechazando una ayuda que irá en su propio beneficio. Además yo puedo dar parte a Ud. y al Directorio de que hay personas acá a . de transformarse en problemas graves… y que si lo estiman conveniente, los reemplacen por otros.” “Perfecto, les hare saber las consecuencias que tendrán sus renuencias.”- Acoto Fagocito y en vez de ir citando a los rebeldes uno por uno, los cito a todos juntos a conversar en su oficina, y a puertas cerradas. Cuando los cuatro rebeldes estuvieron ante el, dijo: “Les he llamado para finiquitar un problema que les está afectando. Uds. no quisieron asistir a la reunión personal con Brian Barroski, el psicólogo. Ahora díganme por qué, y de a uno.” El primero en hablar era un toro de hombre, fornido y de rostro como esculpido en granito, y dijo: “Soy Peter Draws. No me gustan los psicólogos, que se meten en tu cabeza a ver si encuentran difuntos. No creo en palabrerías. Mis recuerdos no los ventilo con nadie.” El segundo se llamaba Diego Kitaigorodski, y dijo: “La psicología es para locos y yo no lo estoy.” El tercero, hombre maduro y de canas, dijo: “Déjenme como estoy! Necesito mis trancas y mis pesadillas. Ningún lava cerebros tiene que meterse conmigo, entiende? Nadie!” El cuarto, hombre gordo y de mirada ladina, dijo:”Soy el Jorge. Nadie más se llama asi aquí, por eso soy el único. Ese tal señor licenciado me cito , no fui, pero ahora quisiera ir a contarle historias y volverle loco. Ja, ja!” Sonrió Fagocito y les dijo: “Yo no les obligo a nada, pero el psicólogo quiere mandarles de vuelta a Nueva Rusia si se oponen a su tratamiento. Así es que piénsenlo. El tipo es peligroso.” 87. Brian Barroski, psicólogo titulado. Con esto dio por terminado esa reunión y los cuatro hombres salieron de allí enrojecidos de ira y encono en contra de Brian Barroski, al que si fueron a ver, debido a su deseo de no perder el puesto y la jugosa paga. El mas iracundo, Peter Draws, empezó la sesión de modo moderado y controlado pero su decisión de contar lo menos posible sobre sus sentimientos en esa plataforma petrolera se fueron al tacho cuando Barroski quiso saber de su vida infantil. “Y a que me pregunta eso? Hace ya mucho tiempo de eso! Y ya no me acuerdo.”- Dijo Peter Draws. El psicólogo guiño un ojo y dijo: “Cierto? O no quiere contar que a lo mejor, o peor, su padre lo violo, o vio a su madre desnuda y quiso poseerla? Cosas así pueden repercutir cuando mayor.”- Peter Draws se centro en la cara de sabelotodo del psicólogo y se dio cuenta de que estañan acusando a su padre de violarlo y a el mismo de ser un depravado. Agarro al psicólogo por el cuello y machaco su cabeza contra el escritorio; el psicólogo le dio un puntapié y Draws le soltó el cuello pero le tomo de una pierna y la giro violentamente con ruidos espeluznantes de huesos desencajados. 88. “Ay!”- Grito el Sr. Brian Barroski, desde el suelo. Draws le tomo del cuello, para que no gritara, y espero que no hubiera nadie en el corredor y lo arrastro hacia la plataforma y lo lanzo al mar; cayo al gua y se hundió por un momento. Draws le vio salir agitando los brazos y empezó a pedir auxilio, pero pronto surco las aguas un Carcadontes, quien lo atrapo entre sus fauces, cortándolo en dos; luego atrapo el pedazo más gordo y bajo a aguas profundas. Otros escualos se llevaron el resto. Vio a operarios que miraban la escena y también a Draws, quien se puso un dedo frente a su labio, indicándoles la necesidad de mantener el secreto. Uno que otro asintió con la cabeza y otros le miraban asustados. Draws volvió a la pieza del psicólogo, limpió el lugar de muestras de sangre y tras dejar ordenado, salió al corredor para continuar con sus labores. Esa noche Draws dio aviso de haber visto a alguien tirarse al mar, o quizás tropezar y caer. Fagocito salió a ver con su linterna al mar y obvio que no vio a nadie. 89. Al día siguiente se tomo revista a todo el personal y se descubrió que el nuevo miembro del grupo, el Sr. Barroski, estaba ausente. “Búsquenlo por todas partes! Lo trajeron los directores de la Empresa, y es importante.”- Comento Fagocito. Por masa que buscaron y rebuscaron, no fue hallado. Fagocito dio cuenta a la Central de esa desaparición y a la semana llegaron policías a interrogar a la gente y revisar el camarote del difunto. No hallando nada y escuchando al personal que tampoco habían visto al psicólogo más que un par de veces, el caso quedo pendiente, aunque los policías se retiraron a los días siguientes. “Que pasaría con ese psicólogo? Me parece raro que haya desaparecido y nadie haya visto o escuchado nada. “ Opino Fagocito; Franz se rasco la nuca y dijo: “Creo que estaba interrogando a los renuentes en ir a verle. Quien sería el último en verle con vida?” Averiguando, supieron que había sido Peter Draws. Fagocito le llamó su oficinita y le dijo:” Ud. fue el último en ver al psicólogo. Como le pareció que estaba?” Draws esbozo una sonrisa y dijo: “ Le vi tan normal como antes, lleno de protocolos y frases raras. Después de esa entrevista, paso lo que paso.” Por la burla se notaba que Draws se ufanaba de haberle visto el ultimo, y la intuición de Fagocito le dijo que Draws sabia más de lo que decía, y dijo: “El tipo desapareció y quizás se lo llevo un Pteranodons o un Carcadontes, que he visto más de uno por aquí. Ya vino la policía pero no me sorprendería que volvieran cuando la familia del Sr. Barroski reclame por mas resultados. Como sea, tenemos que repetir siempre lo mismo, o se cae uno en sospechas. Bueno, basta de charlas! Vaya a trabajar y asunto terminado.”- Efectivamente y a raíz de los parientes del Psicólogo, la policía voló a la plataforma y se quedo allí quince días tomando muestras y hablando con los trabajadores, que en su mayoría no quería verse envuelto en accidentes o asesinatos… 91. Fagocito mantuvo un trato distante con esos oficiales de la ley, sabedor de que estaban perturbando labores con sus indagatorias.”Que sacan con venir? El tipo debe estar ya en el fondo del mar! Dudo de que los cangrejos tengan miramientos con su cadáver.”- Opino Franz. “Tu sabes que estos oficiales cumplen con el trabajo que aprendieron en cursos dictados por policías. Duchos en asesinatos, robos.. estafas y todo lo que siempre pasa en toda sociedad humana, . Hacen sus averiguaciones y tengan o no resultados, dan el informe y se acabo. Acá el tipo se cayó al agua y fin de la historia, aunque sus parientes reclamen hasta el cansancio.”- Opino Fagocito. 92. Con el paso de los meses muchos trabajadores prefirieron irse lejos de ese lugar que había tomado la fama de mala suerte y al final del año Fagocito se retiró y el señor Dimitri puso a otra persona de su confianza sin alabar ni condenar el trabajo de Fagocito. “Y ahora a pensar en qué haremos?- opino Franz, quién matriculó a su hijo en un colegio con buenas calificaciones de responsabilidad y eficiencia. Abrieron una rotisería pues pensaron que la gente se puede privar de comprar muchas cosas si el dinero es escaso pero no pueden dejar de comer. Fagocito atendía junto a una joven empleada y Franz se encargaba de las compras y finanzas. Y usaban un vehículo de cuatro ruedas: un furgón. Ya al mes tenían cifras en verde, aunque el arrendamiento se comía dos tercios de las ganancias. Aún así continuaron en eso por tres años más: era una rutina que les dejaba satisfactoriamente cansados, aunque también aburridos Fagocito comenzó a no ir al trabajo y a dejar que Franz tomara total control. Martita lo veía llegar a conversar con Fagocito y se le notaba cansado. “Mucho trabajo hoy?” - Le preguntaba ella. “Sí. pero vamos avanzando: mañana despacharemos mercadería hacia ustedes por barco con capacidad congeladora y así los productos llegan frescos a destino.” Dijo Franz. Apareció su hijo cerca, y le dijo: “ Padre hoy me gané la mejor nota del curso!” “ Supongo que te mereces un regalo- qué quieres que te dé”- Preguntó Franz.. “Podría ser una radio!” Dijo el niño. “La ire a comprar apenas pueda.”- Comento Franz, mirándole sonriente. 93. Franz fue a conversar con fagocito, quien tras saludarle dijo: “Te digo algo ya no tengo ganas de vivir me da lo mismo dormir o estar despierto Menos mal que tú llevas el negocio yo ya no sería capaz”. Franz dijo :”Hay que hacer un esfuerzo: quizás un paseo en barco que bordee la costa; dicen que se ven hermosos atardeceres. Podrías ir con Martita.” “Y no sé; no tengo deseos de nada.” Murmuró fagocito, mirando por la ventana. Ante esto Franz no insistió más y solo le acompañaba una hora al día, dando cuenta de ventas y gastos sin esperar respuestas. Martita seguía con los quehaceres de casa y preocupándose del bienestar de Fagocito y las tareas de Laurencio. Tres años después Franz continúa trabajando la fiambrería mientras Laurencio continúa bien en su colegio. 95. Tres años más tarde fagocito sigue refugiado en su casa viendo películas y escuchando música que le recomendaron para mantener su mente funcionando lo más normal posible. Franz sigue en el local- Martita llevando su casa ordenada y limpia y Laurencio pasa a primero medio: son 4 años para completar ese ciclo. Años después Laurencio sale de la enseñanza media y Franz paga para que estudie en la academia espacial de técnicos Rusos. Fagocito ahora escribe largos cuentos científicos, que luego manda a imprimir y que se venden en librerías. Luego, llega el año en que Laurencio se recibe y pasa a laborar en el Ejercito Ruso Sección Cosmonaves. Su primera misión es ir en un navío artillado resguardando naves cargueras que viajan hacia la Tierra, vuelo que toma cinco años. 96. Página 96. Laurencio tenía título de radarista y técnico en deflector de meteoritos Además del sistema automático existente su capitán era Kirgode Abrin y había sido su profesor en la academia en su primer y segundo grado. Por lo cual su relación con él era de respeto y aprecio ; la nave llevaba 30 tripulantes en total; con cinco Keblar 32 los cuales servirían para la mantención de antenas exteriores y trabajos en los reactores. Estos Keblar eran mecanismos de Inteligencia Artificial y con semejanza a humanos, podían reconfigurar sus rostros y otros detalles externos pero por política del ejército lucían como andróginos. Habían dos Keblar en la cabina de mandos y tres en la sala de máquinas; se decía que su vida útil era de 503 años… Pero habiendo pasado ya 300 desde la iniciación de su fabricación la duración estaba aún por confirmarse . En la nave habían modelos más nuevos que esos, ya que la nave había sido puesta en servicio hacía solo 2 años atrás página 97 Laurencio debía memorizar el organigrama de la nave “Krabry”, la cual estaba dispuesta así: capitán Farfán Dulunge, primer oficial Juan Pérez; segundo oficial Jasón Vergara, ingenieros de vuelo: piloto Elena Smitrivesky; copiloto Iván Sulek; radares: Laurencio; radio comunicador Boris Donitski; Artilleros Ismael Dodunev; primer ingeniero máquinas Scoller Irrinov, médico Sergei R., asistente de cirugía y control médico: Azov R., ingenieros auxiliares 1 Isidor Vassili; 2.- Zarco Zarkov. 3:Johanes Deutz, Criogénicos: Vars Zukov. Y esto era porque era obligación llamarles por sus nombres y no por los cargos que ejercieran según la costumbre entre cosmonautas. A la semana de vuelo ya todos conocían sus respectivos nombres y también de la nomenclatura números de serie de los dos cargueros a custodiar el ru-203 y el mos-233: ambos llevaban una carga de cobre y de iridio . también algunas toneladas de oro y plata lo cual les hacía buena presa para piratas que nuevamente asolaban las líneas entre Géminis beta y el sistema solar . Mientras miraba el radar Jasón Vargas comentó: “Si ves algo acercándose sólo da la alarma: estos piratas disparan misiles apenas están a tiro y esos misiles son de una velocidad enormemente rápida .” “Así es y no se me ha olvidado”. Respondió Laurencio. mirando la pantalla . Ese sistema de radar funcionaba automáticamente: daría la alarma por sí sola, excepto si se ponía en modo corregido: en ese caso se prendería un botón rojo y mientras Laurencio no lo pulsará ninguna alarma sonaría y tampoco ningún contra misil sería disparado. El primer turno llegó a su fin y Laurencio fue reemplazado por un Keblar 32 con el número de serie 00246, enfundado en un overol azul con las insignias de la flota rusa. página 99. Keblar 32- 00246 activó el sistema de alerta automático y fijó sus verdes ojos en la negra pantalla . Al llegar a su cabina, Laurencio se dio una ducha corta y se vistió con sus pijamas color verde con la insignia de técnico especialista: aún el período de descanso había la obligación de identificarse. Cerró los ojos ya acostado en la litera y rememoró los rostros de sus seres queridos, los mismos que le habían ido a despedir cuando embarcara: Franz su padre y sus tíos Fagocito y Martita. En ellos había podido ver el orgullo de verle cumplir sus sueños de pertenecer a la flota cósmica y pena, pues con los largos viajes era posible que no existieran a su regreso. Se quedó dormido pero fue despertado por los timbres de alarma. Un estremecimiento de la nave le hizo pegarse con el velador y aun otro al abrir la puerta . Corrió hacia la cabina de mandos y vio al capitán Farfán dando órdenes a la piloto: Recto hacia la nave atacante!” Y al artillero la orden de disparar a discreción. página 100. Ismael Dodunev disparó el Rayo C, cárdeno y mortal, y este rozó la nave pirata y por un momento se creyó destruida, pero no había sido así; esta tenía una aparato de traslación basado en disfunción espacio-temporal que le hacía saltar de un . a otro. “Misiles de trazamiento! Disparados 2 y 3!” Avisó Ismael. Todos miraban la pantalla. Un misil estalló antes de que los piratas lograran otro salto y una llamarada indicó que ese navío había sido destruido. “Radar limpio!”- Anuncio Keblar 246, ya que Laurencio no estaba de turno. Y no le tocaba estar de guardia. “Bien. Recojan algunos restos para identificación”. Dijo el Capitán Farfán Dulunge. El “Krabry” detuvo su marcha y dos Keblar salieron a recoger algunos trozos con garfios magnéticos. Una vez en la Bahía de carga la nave alcanzó a los cargueros para proseguir con su resguardo. Laurencio pasó por la sala comedores y ahí compartió por 20 minutos con dos tripulantes para recoger información . página 101 . Tania Sirlova de hidropónicos le preguntó: “Estabas de turno en radares?” “ No y habría sido emocionante; estoy aún fuera de servicio y me reemplaza un Keblar.” “Ah, lástima! Dicen que los piratas iban en una nave de la confederación occidental inglesa!” Dijo Tania, aun nerviosa. Laurencio se fue a seguir durmiendo aunque le costó algo el conciliar el sueño debido a la concentración de Adrenalina que aún circulaba por sus venas. Al sonar su despertador, Laurencio se apresuro a llegar a su puesto en donde Keblar 32-246 le dijo: “ Todo funcionando normal, Laurencio. El sistema de alarma en automático”. “Bien me hare cargo”- Respondió Laurencio, sentándose ante la pantalla . Horas después fue nuevamente reemplazado por Keblar 32 246 para así poder almorzar. Eligio sopa de verduras, un plato de carnes y ensalada de papas y un postre de frutilla transgénica. página 102. Bebió de un vaso el jugo de frutas acostumbrado y vio a Tania Sirlova sentarse frente a él . “Ya te vas?” Le preguntó ella mirando su bandeja vacía. “Aun me quedan 15 minutos, y cómo te va a ti?”- Inquirió Laurencio. “Enormemente bien!”- Se rió ella. “Fantástico! Sabes? Hay una película antigua programada para hoy. Quisieras verla Conmigo?” “Contigo?” “Claro! O tienes otro compromiso?”- Pregunto Laurencio. “Ninguno. Pero te respondo más tarde, ya?”- Pidió Tania. “Claro; bien , me voy: Provecho con tu almuerzo” Se despidió Laurencio llevándose la bandeja para luego tirarla al incinerador que la procesaría en materia orgánica y luego transformarla en tomates o duraznos o quizás en una nueva bandeja de comida. Laurencio vio esa proyección solo, pues Tania no apareció. Y eso le Indicó que esa mujer tenía otros intereses y por ende de ahí en adelante casi no le dirigió la palabra, cosa que a Tania pareció no interesarle . página 103 . Un año después estando en viaje por la oscuridad del Cosmos ya lejos de Géminis beta y sus resplandores. Laurencio volvió a detectar a tres objetos a las 13:10 de la pantalla; dio aviso de alarma y el capitán Farfán Dulunge pulso el botón rojo de zafarrancho de combate. Los tres navíos les enviaron dos misiles de neutrones los cuales fueron desactivados por ráfagas de rayos C. Los piratas desviaron su curso colocándose al lado contrario de los cargueros. Uno de ellos fue alcanzado por un proyectil y brotaron llamas. “Le dieron al carguero ru-203! El MOS-233 está haciendo maniobras evasivas mientras dispara rayos láser tipo BR!”- . Informó Ismael Godunev el artillero. El capitán giró rápidamente la nave y quedó a la vista de un navío pirata . ¡Fuego!” Ordenó Farfán y tres misiles salieron disparados a esa nave: dos impactaron en la Barrera anti meteoritos haciendo tambalear esa nave, que quedó al pairo. Las otras se abordaban a la RU-203, que la corbeta las cañonea abriendo boquetes en una de ellas, que reventó destruyendo las tres naves en medio de una bola de fuego radioactivo. “Enemigo destruido!” Aviso Ismael. La “Krabry” abordo la nave pirata inutilizada y un grupo de ataque entró en ella enfrentándose a los piratas, batalla que se prolongo por más de media hora . Cuando finalmente la situación quedó normalizada el capitán de un Dulunge entró en ella y constató que habían algunos tesoros en las Bodegas producto del pillaje . “Lleven todo esto a la bodega. Veremos si hay reclamos y se les entregará a quienes notifiquen ser los dueños.”- Dijo Farfán. “Hay cinco muertos y seis heridos”. Le comunicó el médico. “Es una lástima!” Comentó Farfán y luego revisó el manifiesto RU-203.Llevaba una carga en oro y plata totalmente destruida y una tripulación de 18 personas; todos muertos y desaparecidos. A los propios muertos los lanzaron al espacio en pleno vuelo en una corta ceremonia. Esto produjo pesadumbre; Farfán sacó de hibernación a algunos y los reemplazó por los más deprimidos tras el combate . página 109 El capitán Farfán temía que se le hubiera acabado su carrera en la flota tras ese accidente pero ya era tarde para pensar en haber hecho otra cosa. La nave pirata fue remolcada por el carguero MOSS- 233, por mientras Scoller y dos asistentes reparaban motores y dos Keblar laboraban en la estructura exterior parchando los orificios y destrozos causados en el enfrentamiento. “El capitán quiere a esa nave como paliativo por la pérdida del RU-203!”- Comentó Isidoro Vassili a la hora de la cena. “ Lástima que el carguero valía tres veces más y se perdió la carga” . Comentó Laurencio. “Ah! La carga estaba asegurada! Lo que es peor es la muerte de la tripulación. Dijo Isidoro pensativamente. Tania Sirlova cenaba cerca de ellos, pero no pronunció palabra… Un mes después Scoller dijo a Farfán: “ Señor tal como lo que predije se cumplió positivamente: la recuperación funcional de la MOSS 233. Le sugiero ponerla bajo el mando de uno de sus oficiales y conseguir que se mueva por sus propios medios.” página 106 “Entiendo”- Dijo Farfán y al día siguiente designó a Juan Pérez de comandante, al copiloto Juan Perez de piloto; a Ilya Kugeris de maquinista, a Azov de médico y a cinco otros como asistentes en vuelo, más en Keblar de ayudante general. La nave pirata constaba con dos cañones adosados al fuselaje y dos lanzaderas de misiles tipo wc-03 con cargas de deuterio. Laurencio sirvió en radares hasta el día 905 y fue enviado a hibernación . Se fue a despedir de los conocidos y vio a Tania a quién le dijo:”Fui designado para el largo sueño . Espero que estés bien.” Ella sonrió diciendo:”Lo estaré: yo también estaré dentro de una cápsula” . El viaje continuó sin otros sobresaltos que atravesar una marea electromagnética y una lluvia de meteoritos tras la cual llegaron al sistema solar, deteniéndose un mes en el puerto de Plutón en donde el capitán Farfán entregó la nave pirata, despertó a los hibernados y continuó resguardando el carguero hasta la órbita de Marte Página 107 . “Hasta aquí llegamos. Esperaremos una nueva misión; pueden bajar a tierra.”- Aviso Farfán a la mayoría de los tripulantes, que bajaron a la ciudad Nueva York sita en el Gran Cañón Marciano. Usando el transporte de personal llegaron a esa ciudad y se alojaron en un edificio de la delegación rusa . Allí les dieron nuevas tarjetas de consumo que les otorgaban opción de comprar lo que des

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