Desde Chile para el Mundo.

Friday, April 09, 2010

Ezine Abril 9 2010


Ezine "Excellere" 78
Version en Castellano.
9 abril 2010

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Contenido.

LAS AVENTURAS DEL CAPITAN TURVAN.............por Nick
Obre.

Casa Juillet
Revista Cosmos 34 ha salido a la luz. Esta revista esta dedicada
unica y exclusivamente a las Aventuras del Capitan Turvan y su
tripulacion.

Esta en youtube:

http://www.youtube.com/watch?v=P0VE5sJbo30



Tambien podemos ver comodamente esta revista en el siguiente
lugar, que recomiendo porque no hay que bajar ni hacer nada-
solamente mirar, en el modo PRESENTACION, ya que asi los
dibujos van corriendo automaticamente sin que tengas que hacer
nada.

http://href="http://es.groups.yahoo.com/group/CasaJuilletScienceFiction/
href="http://es.groups.yahoo.com/group/CasaJuilletScienceFiction/
photos/album/410815455/pic/list?mode=slide&order=ordinal&start=
121&count=20&dir=asc">El Capitan Turvan, elige modo
Presentacion




Solo tienes que inscribirte, y podras verlo todo- tengo ese lugar
abierto a todos, sin problemas ni esperas. Alli hallaras todos los
cuentos graficos del Capitan Turvan y su curiosa tripulacion de
alienigenas- lo vengo dibujando desde hace ya mas de diez anos, y
he usado todos los sistemas de dibujo que se imaginen; eso si,
prefiero el Paint de Windows, pero tambien he usado el lapiz- y
luego le saco foto y lo agrego al cuento.
Es decir, totalmente artesanal.
Tenemos desde el numero 1 hasta el numero 34; ya tengo listo el 35
para empezar a editarlo, pero creo que me tomara al menos una
semana para dejarlo presentable.
Que lo disfruten.

............................................

NIBIRU.............. por Darth Vader.
Las ultimas noticias del tan cacareado Nibiru o planeta X en la
Internet, no hay nada aun. No se le ve la nariz. Estaremos
comentando cualquier noticia que tengamos, pero hasta ahora todo
lo que hay son noticias de hace un anno atras, o especulaciones de
personas interesadas quizas en vender algo o en que la gente
consuma de mas.
.........................................

UFOLOGIA DEL SIGLO 20..............POR Creacionista Charles.

La UFOLOGIA o estudio del fenomeno OVNI existe desde 1947,
fecha en que Kenneth Arnold vio objetos en forma de media luna
volando sobre el monte Rainier en el Estado de Washington.
Mucho se ha escrito sobre el tema, y siempre hay cosas nuevas que
contar- sucedieron tantos avistamientos que siempre hay alguno
que no hemos conocido. Creo que en lo que sigue el lector hallara
bastante cosa nueva (aunque sucedida en el siglo 20). Hago notar
tambien que el articulo aparecio en el web page El Dragon del Sr.
Iurchuk, argentino que ha dedicado decadas al estudio de este
tema.

Se permite la reproducción parcial o total, por cualquier medio, de
los artículos presentados en este boletín. Si así se hiciere, se
agradecerá la notificación al autor del artículo y al editor del
boletín.

http://dragoninvisible.com.ar







¿Cuáles son los casos más importantes de avistamientos OVNIS en
Guatemala?
Eduardo Mendoza Palacios

Guatemala "El Dragón Invisible")



Son tres, aún cuando para otros interesados en el fenómeno OVNI,
la cantidad puede variar. En orden cronológico podrían citarse:



1. El OVNI de Guatemala, así llamado por la internacionalidad que
obtuvo. Este caso fue también titulado "El primer OVNI video
grabado de la historia". Los datos son los siguientes:

Sucedió un jueves 6 de octubre de 1977. Camarógrafos de Canal 3
de Televisión, realizando un comercial sobre la carretera
Roosevelt, pudieron impresionar la cinta de video con la toma,
hasta ese momento espectacular, de un OVNI que viajaba de norte
a sur. Eran las 10:40 de ese día cuando de pronto apareció blanco y
alargado. La toma duró 51 segundos y la velocidad del objeto fue
calculada en 100 kilómetros por hora, siendo la del viento tan sólo
de 33 km./h (según el Instituto de Meteorología).

Por su posición esa mañana, el objeto debió reflejar sombra por
debajo, ya que la posición a esa hora de la mañana proyectaba este
tipo de oscuridad en cualquier objeto. Sin embargo, no se observa
tal fenómeno en la grabación, deduciéndose que llevaba brillo
propio.

Se hicieron muchos análisis sobre este caso al extremo que el Dr.
Allen Hynek lo presentó en un reunión de comité de las Naciones
Unidas (1979), debido a que para ese entonces este alto organismo
recibió del estado de Granada, la solicitud oficial de formar una
comisión para el estudio de estos objetos.



2. El segundo es el titulado "OVNI DE XELA". Este caso sucedió
entre el 3 y el 5 de enero de 1996. El camarógrafo Oscar García en
la Ciudad de Quetzaltenango videograbó varios objetos no
identificados sobre el cielo de la segunda capital en importancia del
país. Miles de residentes fueron testigos del fenómeno, el cual
sucedió también de noche. Los OVNIS llevaban varias direcciones,
pero principalmente de sur a norte (el viento soplaba al revés). Por
tres días la población vio pasar estos objetos y el caso mereció un
trabajo documental en video, donde se aprecia la magnitud del
fenómeno.



3. El llamado vuelo 510. Ocurrió el 18 de junio de 1997. Un OVNI
fue detectado visualmente por operadores de la torre de control
del aeropuerto internacional La Aurora. Además por pilotos de por
lo menos tres aeronaves a punto de aterrizar o levantar vuelo. El
radar del aeropuerto también lo detectó.

Existe una copia de la conversación entre radaristas, operadores
de torre y el capitán del vuelo 510 con dirección a Los Angeles,
California. El avión fue precedido por un Ovni por más de 110
millas (hasta la frontera con México). Sobre este caso también se
realizó un trabajo en video tape (disponible al público).



¿Por qué estos los principales? En todos hubo gran credibilidad de
testigos, además de su alta capacidad de observación. También se
suma a lo anterior la extraordinaria evidencia del video o la
conversación grabada en audio, de todo lo que estaba ocurriendo
(caso 510). El análisis de estos casos fue sometido a un panel de
expertos en distintas áreas y el resultado fue que se trataba
evidentemente de "No Identificados".


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Urge cambio de terminología en la investigación del Fenómeno
OVNI



Carlos Vílchez Navamuel

San José – Costa Rica


Investigador del Fenómeno OVNI



Durante las últimas cinco décadas y de forma constante en todo el
mundo, los periódicos, las revistas, los noticieros de televisión, los
libros, las películas y hasta las mismas personas que han hecho
investigación de campo, sea esta de tipo oficial o científica, han
presentado al fenómeno Ovni refiriéndose al mismo con términos
como platillos voladores, ovnis, extraterrestres, etc.

Estos términos utilizados después de los años 50 no varían mucho
en la interpretación de las palabras utilizadas por los escritores y
autores de los libros sagrados como son El Corán y La Biblia, la
aparición de ángeles y nubes están por todo lado, la versión
moderna los define como Ovnis y extraterrestres, esto surge por la
necesidad de describir algo que no entendemos y nos vemos en la
necesidad de utilizar neologismos para referirnos a ello. En estos
libros que menciono nos encontramos con muchas otras palabras
como son, arcángeles, diablos, jinas, dioses, potestades, querubines,
íncubos, súcubos, etc., etc., por mencionar sólo unos pocos
ejemplos.

Todas estas palabras podrían ser analizadas una por una, en cuanto
su origen y significado, pero todas ellas fueron interpretadas de
acuerdo al entendimiento y al conocimiento de una época
específica y de sus circunstancias particulares. Y esto lo podremos
encontrar y observar también si profundizamos más en otros libros
y leyendas antiguas de cualquier continente.

Lo que sí es cierto, es que existen unos hechos, donde la
participación de otros actores que no somos nosotros los humanos
ha sido descrita y narrada históricamente y que de todo esto, la
humanidad con todo el conocimiento y entendimiento que tiene, no
ha sido capaz de catalogar hasta el momento de forma real y
contundente estos hechos, por la simple razón de que estos actores
no actúan a la vista del ser humano tal y como muchas de las
personas quisieran. Sea esto por estar igual o más evolucionados
que nosotros tecnológica o físicamente, o porque estén situados en
otras dimensiones diferentes a la nuestra, y cuando me refiero a
este punto lo hago interpretando la idea de que es posible que
existan otras entidades que vibren en una frecuencia molecular
diferente a la nuestra. La famosa Teoría de las Cuerdas nos podría
estar dando una idea de todo esto.

Y por no poder entender todos estos hechos hemos seguido
formando sistemas de creencia alrededor de todo lo que no nos
explicamos, mismo motivo por el cual todavía hoy día se forman
grupos de seguidores de personas que dicen haber tenido algún
contacto con estas entidades llamadas extraterrestres.

Es por esa razón que desde hace tiempo, cuando participo en
seminarios, foros o congresos, aprovecho para hablar con mis
colegas y les expongo mi inquietud sobre la necesidad de cambiar
la terminología en el estudio del fenómeno Ovni.

Decir Ovni por ejemplo, es referirse únicamente a objetos
voladores no identificados, y esto, en una investigación seria no
dice mucho. Hablar que vieron a la Virgen o a un extraterrestre
tampoco aclara un fenómeno, pero invita a las personas a pensar en
un más allá por estar acostumbrados a que las creencias y sistemas
religiosos podían tener las respuestas a cosas que desconocemos.
Pero lo cierto de esto, es que no es así, ningún sistema de creencia
le garantiza a usted que las palabras utilizadas por ellos para definir
a un ente en particular es la correcta.

Mientras no tengamos un conocimiento cierto de las cosas, no
podremos afirmar que una entidad es un extraterrestre. En lo
personal pienso que estamos muy lejos de llegar a entender todo
esto.



Yo empecé a utilizar un neologismo para definir a todas estas
entidades hace ya muchos años. Apareció ese término nuevo en
dos entrevistas que me hicieron el mismo día 22 enero de 1994, uno
en La Prensa Libre y el otro en el periódico La Nación. En esas
entrevistas me referí a ese otro estado de cosas como el mundo de
los Macrobios, sin querer decir que estas entidades sean más
grandes, más buenas, más malas o mayores que los seres humanos,
sino más bien dando una connotación de contraposición al mundo
de los microbios descubiertos hace tan solo unos ciento cincuenta
años. De igual forma ahora se nos presenta una oportunidad de
interpretar de forma más adecuada una realidad que ha estado en
apariencia siempre allí, que no la entendemos, pero que sin
embargo empezamos a intuir como un mundo de muchas
posibilidades y de grandes retos al entendimiento de nuestra mente
con respecto al universo y a lo que nos rodea.

Nosotros estamos en estos momentos como Pasteur y Koch y todas
aquellas personas que empezaron a investigar la descomposición
de las cosas, los gérmenes y la existencia de unos animalitos muy
pequeños que transmitían las enfermedades. A todos esos
animalitos que difieren mucho unos de otros se les define hoy día
microbios, pero como cosa curiosa nunca se formó un sistema de
creencia por este asunto.

De ahí me nació la idea de proponer cambiar la terminología que
hemos utilizado para usar palabras más precisas que impidan que se
formen sistemas de creencia alrededor de ellas.

Con el tiempo hemos podido ver que se han empezado a utilizar
otros nombres para identificar a ciertas posibles entidades no
catalogadas. Una de ellas y quizás la más conocida por su programa
de televisión es ALF, por sus siglas en inglés que quieren decir,
Alien Life Form, es decir forma de vida alienígena.

Otra es Ebes, que quiere decir entidades biológicas extraterrestres.

Ninguna de estas palabras nuevas, incluyendo la propuesta por mí,
pienso que sea la correcta, pero talvez la reflexión y el análisis a
estas nuevas propuestas nos ayuden a encontrar en un futuro
próximo una forma más apropiada para definir este reto que se nos
presenta.


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Oriente desconocido: Ovnis en Asia



Scott Corrales

Bradford – Estados Unidos



El hombre decía llamarse Toulinet y su narración era
extraordinaria: Alegaba haber ostentado el rango de capitán en el
servicio de inteligencia del ejército estadounidense en Vietnam
durante la guerra con esa nación indochina y que se le había
asignado una misión de alta extrañeza. Toulinet y su grupo de
soldados de la afamada Special Forces cruzaron la frontera
vietnamita para internarse en Laos en pos de un bombardero B-52
que se había estrellado en la selva en el mes de abril de 1970. El
detalle que hacía que esta misión de rescate no fuese una versión
en carne y hueso de la película Apocalypse Now consistía en el
curioso detalle de que antes de caer fulminado de los cielos, la
enorme "Estratofortaleza" había enviado un mensaje a su base
indicando que era víctima de una persecución por OVNIS.

Siempre según Toulinet, su comando había logrado esquivar las
fuerzas enemigas para penetrar exitosamente en Laos y llegar al
sitio en el que yacían los restos del bombardero. La sencillez de su
tarea al llegar al lugar era obvia – rescatar a cualquier sobreviviente
del estrellamiento, recuperar las grabadoras de vuelo y cualquier
material clasificado, y posteriormente destruir el aparato con
explosivos. Pero los soldados no pudieron creer lo que les
enseñaban sus ojos después de llegar al lugar indicado: el
bombardero no se había estrellado; al contrario, se encontraba
intacto como si una enorme mano, en las palabras de Toulinet, lo
hubiera agarrado a mitad de vuelo para colocarlo entre los
imponentes árboles de la foresta indochina.



Y esta imposible situación representaba un problema, ya que los
comandos habían pensado internarse en un fuselaje resquebrajado
por el impacto de un choque y ahora, no hallaban la manera de
entrar en el colosal bombardero. Después de considerar sus
alternativas, el capitán dio la orden de volar una de las escotillas del
fuselaje con los explosivos de demolición que traían consigo.

Fue entonces que los soldados se internaron en una pesadilla que
los atormentaría el resto de sus días.

Los tripulantes del bombardero se encontraban en sus asientos,
afianzados por sus correas de vuelo. Estaban muertos, pero
terriblemente mutilados con una precisión que sería la envidia de
cualquier cirujano. Azorados, los soldados descubrieron que a
pesar de las horrendas heridas practicadas a los cadáveres, había
poquísima sangre en la cabina de vuelo, como si el fluido vital
hubiese sido succionado por un aparato desconocido. Pero la
disciplina militar logró sobreponerse a los nervios y el comando del
capitán Toulinet tomó fotografías de los cadáveres y logró recobrar
los materiales de alta sensibilidad que eran el objetivo de la misión.
Los explosivos – colocados en el compartimiento de bombas del
B-52 – asegurarían la destrucción total no sólo del aparato, sino de
gran parte del bosque circundante. Los comandos regresaron a
Saigón tras de ser evacuados de la zona por helicóptero y
entregaron su macabro hallazgo a MACV (siglas de la Military
Assistance Command Vietnam, el principal mando militar
estadounidense en el teatro de operaciones).

En los treinta y cuatro años que han pasado desde que Toulinet y
sus hombres regresaron de su misión, el caso del bombardero
derribado por OVNIS y la mutilación de sus tripulantes se ha
convertido en una manzana de la discordia de la ufología. El caso
apareció mencionado por primera vez en el libro Extraterrestrials
Among Us del autor George C. Andrews (Llewellyn, 1987) y
posteriormente el investigador tejano Tom Adams comunicaría al
mundo que el verdadero nombre de Toulinet era William English,
hijo de un congresista del estado de Arizona, USA. La controversia
perseguiría a English por muchos años debido a sus aseveraciones
sobre la lectura accidental del informe "Grudge-13", un grueso
volumen de 625 páginas con fotos que presuntamente detallaba
todos los conocimientos de los militares norteamericanos sobre el
fenómeno OVNI entre 1942 y 1951 con datos acerca de la física que
permitía el vuelo de estos extraños aparatos, su armamento, y
extensos apuntes sobre la morfología de los extraterrestres
capturados en distintos choques – vivos y muertos.

Pero lejos de internarnos en el pantano de las acusaciones sobre la
realidad o irrealidad de los informes y seudo informes que se han
circulado en la ufología desde finales de los ’80, no hay duda de
que hubo incidentes de alta extrañeza ovni y paranormal en
Indochina y en la región asiática en general antes y después de la
guerra... Incidentes que no son fáciles de ignorar.



La mujer voladora de Da Nang



Los expedientes de investigadores de la talla de Don Worley y
John Keel incluyen casos de alta extrañeza que verdaderamente
dan mucho para pensar. Uno de estos incidentes, proveniente de la
colección de Worley pero dada de conocer por Keel en su libro
"The Mothman Prophecies" relata lo sucedido al infante de marina
Earl Morrison durante los meses de julio o agosto de 1969 mientras
que disfrutaba de una cálida noche tropical en esta base naval
norteamericana en Vietnam, a eso de la 1:30 de la madrugada.

Mientras que los tres soldados conversaban, algo les instó a mirar
hacia la oscuridad del cielo y se dieron cuenta de que algo se les
acercaba: Un extraño resplandor que contrastaba con lo negro del
firmamento. Inexorablemente, el resplandor se acercaba para
convertirse en un enorme par de alas de murciélago, pero en vez
de corresponder a un quiróptero, las alas estaban adosados al
cuerpo de una mujer desnuda de piel negra. "Era negra", dice el
soldado de infantería, "y lo tenía todo negro, su piel, su cuerpo, las
alas – todo era negro. Pero resplandecía. Resplandecía en la
oscuridad – con un matiz verdoso".

El extraño resplandor era el distintivo más extraño de la imponente
aparición, ya que lo irradiaba. Absortos por la visión que pasaba
ante ellos, los soldados pudieron ver que los brazos de la mujer
voladora eran normales, con manos y dedos normales, pero
envueltos por la piel que también cubría las alas, alas que batía
como las de un gran pájaro, pero en silencio total. "Parecía como si
sus brazos no tuviesen huesos, porque eran tan flexibles como los
de un murciélago".

Las alas, según explicaría Morrison a Worley, estaban unidas a la
mujer hasta sus caderas. Tal vez sintiéndose un poco abochornado,
el soldado admitió que se trataba de una "mujer muy desarrollada" y
que había tomado muy buena nota de su anatomía, incluyendo el
detalle de que la figura parecía estar cubierta por una especie de
vello muy fino. A pesar de que estaban de guardia en una zona
propensa a ataques por partes de los Vietcong, a ninguno de los
tres testigos se le ocurrió abrir fuego contra la intrusa alada. "Es
curioso lo que haría uno bajo ciertas circunstancias", explicó
Morrison. "Sencillamente nos quedamos mirándola. No podíamos
creerlo porque jamás habíamos visto nada parecido en nuestras
vidas".

Volando a unos tres metros sobre las cabezas de los soldados, la
aparición se mantuvo silenciosa en todo momento. Estos no sabían
como reaccionar, sintiéndose petrificados por la insólita figura.
Pero cuando la mujer voladora se hallaba a unos cuatro metros de
distancia, pudieron escuchar el batir de sus alas mientras que
comenzaba a alejarse hasta perderse en la noche. "El tiempo total
entre nuestro vistazo inicial y hasta el momento en que la perdimos
de vista osciló entre los tres o cuatro minutos". Morrison agrega el
detalle de que el personaje no parecía estar interesado en los
soldados.

Al día siguiente, los soldados dieron parte de lo sucedido al
teniente del pelotón y a otros oficiales, que sencillamente hicieron
caso omiso de la extraña experiencia. "A la noche siguiente", contó
Morrison a Worley, "llamamos a los centinelas apostados en otra
parte del perímetro para preguntarles si habían visto algo raro en el
cielo la noche anterior. Cuando dijeron que no, sencillamente nos
callamos y no volvimos a decir nada más".

Parecería ser que Earl Morrison y sus colegas no fueron los únicos
que vieron cosas extrañas en los cielos de Vietnam durante la
guerra. La tripulación de un barco patrulla de casi cuatrocientos
pies de eslora con tripulación de ciento sesenta y cinco infantes de
marina, que operaba en aguas del Golfo de Siam como parte de la
Operación Market Time en la primavera de 1970 tuvo una
experiencia igualmente singular. A cinco millas de la
desembocadura del río Van Son Ong Doc en aguas de profundidad
razonable, los tripulantes del USS Mellon fueron sorprendidos por
un objeto oscuro de grandes dimensiones que pasó directamente
por debajo del casco de la nave perpendicularmente, siguiendo un
rumbo que coincidía con la dirección en que apuntaba el buque de
guerra. Según el testimonio de los presentes, el extraño aparato
tenía unos cien pies de largo y entre veinte y treinta pies de ancho
y con forma general de "lágrima". En ningún momento se llegaron a
ver marcas ni protuberancias en la superficie del extraño intruso, ni
medios visibles de propulsión. Se pensó en un momento que podía
tratarse de un tiburón o ballena, pero las descripciones de los
testigos no coincidían con las descripciones de estos seres marinos.
La tripulación del Mellon había presenciado OVNIS al igual que
OSNIs: En julio del ’70 un aparato volador desconocido había
sobrevolado el barco de guerra sobre la isla de Tinian,
desplazándose a 3.500 mph.

Cinco años antes de los incidentes mencionados, en el verano de
1966, la NICAP (National Investigation Center of Aerial
Phenomena, una de las primeras organizaciones de investigación
OVNI en los Estados Unidos) había tomado cartas en el extraño
"caso de Nha Trang", que tomó lugar durante una de las fases más
activas de la guerra.

Nha Trangh era una base militar altamente fortificada en la costa
vietnamita, alojando más de 40.000 tropas aquel momento.
Localizada en un valle, la base incluía un aeródromo, almacenes,
zonas de almacenamiento de combustible y zona portuaria. Un
grupo de soldados se había reunido a las 20:00 horas en una
sección abierta de la base para ver una película al aire libre cuando
el cielo quedó iluminado repentinamente por lo que parecía ser
una enorme bengala que provenía del norte. Pero los pilotos y
soldados de Nha Trangh no demoraron en darse cuenta de que no
se trataba de una bengala en absoluto: El objeto se abalanzó desde
el cielo hacia la base, sembrando el pánico. La noche se hizo día en
el valle y todos los aviones y estructuras quedaron perfectamente
visibles a todos. Pero el anticipado choque jamás llegó a
producirse; el objeto remontó su vuelo y desapareció de vista
completamente en cuestión de segundos.

¿Un bólido? ¿Un aerolito? ¿Algún dispositivo soviético "prestado" a
los norvietnamitas para la guerra contra los estadounidenses? Lo
cierto es que deslumbrante intruso había logrado hacer algo
imposible – interrumpir el suministro eléctrico no solamente en Nha
Trangh, sino también en una base aérea a media milla de distancia.
Pero la interrupción no se limitaba a los enormes generadores
importados desde Norteamérica: Los motores de algunos aviones
militares, dispuestos a despegar, se habían apagado
inexplicablemente. Ni un solo vehículo en la base funcionaba
tampoco. La desconcertante situación se prolongó por cinco
minutos que se hicieron interminables.

Un avión lleno de altos mandos militares visitó la base desde
Washington para tomar cartas en el asunto, alarmados por la
repentina inutilización de su poderío bélico en cuestión de
segundos por parte de un ingenio desconocido. Los efectos
electromagnéticos producidos durante el caso Nha Trangh fueron
de gran interés para los ovnílogos de la NICAP.



Se presentan los humanoides



La oleada de fenómenos extraños que se había hecho sentir en
Vietnam se trasladó al norte, hacia el sur de la República Popular
China con sus miles y millones de habitantes. De acuerdo con Shi
Bo, autor del libro La Chine et les extraterrestres, el investigador
recibió una carta fechada el 18 de abril de 1981 cuyo remitente era
un hombre que decía llamarse Li Chun, describiendo un incidente
que había sucedido en el mes de agosto de 1971 mientras que
trabajaba en un sembradío de mijo. Según el autor de la carta, un
capataz de nombre Zhang Rongchang regresaba a su hogar para
almorzar cuando se topó con un "hombre cabezón" de
procedencia desconocida. El capataz le interpeló varias veces sin
obtener respuesta, pero tuvo tiempo a observar con detenimiento
al extraño que se mantenía inmóvil en el camino. Llevaba puesto un
traje hecho de escamas metálicas cuya brillantez hacía difícil ver
otros detalles corporales, tales como las extremidades del cuerpo.
Según la misiva de Li Chun, el ser "tenía una cabeza muy
voluminosa, tres veces mayor que la de un hombre normal"
cubierta por una especie de casco. El capataz sintió miedo y se
lanzó a la carrera, abandonando el camino y atravesando los
sembradíos. Al detener su alocada carrera, Zhang se dio la vuelta
para ver que el extraño no le perseguía, y que ya no le podía ver.
Al llegar a su hogar, contó lo sucedido a todos y reunió algunos
jóvenes para realizar una batida, pero el cabezón no volvió a
aparecer.

Pero la historia no acaba ahí. El investigador, temiendo que se
trataba de una broma, contestó la carta de Li Chun solicitándole
datos más precisos y una certificación oficial. La respuesta no
demoró en llegar, aunque desafortunadamente el capataz había
muerto un año y medio después. Era posible, sin embargo,
preguntar al nieto del difunto – un joven llamado Zhang Chuanxiu –
que hiciera un escrito detallando sus recuerdos sobre el asunto.
Dicho informe detallaba que el fallecido capataz había quedado
muy impresionado por "la gran cabeza" del extraño, aunque "no
había podido verle las orejas, ni nariz, boca u ojos, ya que la
cabeza estaba cubierta por un casco".

El nieto detalló que tristemente su abuelo nunca fue el mismo tras el
incidente, sintiendo gran miedo siempre y temeroso a salir de su
casa. Su salud aparentemente quedó minada por el encuentro y
murió en enero de 1972.

Las oleadas de avistamientos OVNI siguieron desplazándose hacia
el norte, manifestándose por fin en el Japón. A pesar de que la
actividad ovni desató una verdadera "psicosis platillera" entre la
población de esas islas, un caso se aparta de los demás no sólo por
ser un encuentro cercano del tercer tipo (CE-III en la escala de
clasificaciones del Dr. J. A. Hynek) sino por su alto cociente de
extrañeza.

Hace aproximadamente mil setecientos años, un ser extraño
denominado Inu-Ningen, el "hombre perro" visitó una colina en las
cercanías de Imari, población al oeste de la ciudad de Fukoku, en la
isla de Kyushu, en el extremo sur del archipiélago japonés. En
conmemoración de este evento, los japoneses de esa época
decidieron erigirle una estatua que sobrevive a nuestros días y que
supuestamente muestra al "hombre perro" – una figura tosca,
animalezca y encorvada, apoyada en lo que parece ser una espada
o bastón y llevando una armadura decorada. La piedra con que fue
labrada no corresponde a las colinas de Imari; así que la estatua – de
dos metros de alto y con un peso superior a los trescientos
kilogramos (588,2 lbs.) debió haber sido arrastrada con gran
dificultad hasta el sitio, aunque los arqueólogos no saben si se trata
de un monumento, un conmemorativo, o una advertencia.

El 12 de febrero de 1974, Akiko Nakayama y tres amigos de
universidad se encontraban de vuelta a sus hogares en Fukoku
cuando a las 21:10 horas se encontraron con un embotellamiento de
tránsito totalmente inesperado. Al mirar bien, se dieron cuenta que
los conductores de los vehículos frente a ellos estaban absortos,
contemplando las maniobras de una serie de luces zigzagueantes
por debajo de las nubes en el cielo. Pensando que se trataba de
fuegos artificiales, los amigos decidieron detenerse a comprar
refrescos en la aldea de Hoshimachi. Akiko se ofreció a bajarse del
coche y hacer las compras necesarias y ni siquiera hizo caso de las
luces anaranjadas que proseguían su zigzag casi directamente
sobre su cabeza.

Ni un solo comercio estaba abierto a esas horas en la aldea, así que
Akiko se puso a buscar una máquina de la que fuese posible
obtener latas de refrescos. Internándose por un callejón, vio lo que
pensó era una luz de neón al final – posiblemente de una máquina o
de una pequeña tienda. Pero lo que le aguardaba al final del
callejón cambiaría su vida para siempre. El estrecho pasadizo
desembocaba en un sembradío de arroz vacío y sobre el cual
pestañeaba y revoloteaba una luz anaranjada. Debajo de la luz
había dos seres de aspecto abultado y piernas cortas y gruesas que
parecían estar esperando algo. Akiko se dio cuenta de que estaba
enfrentándose a algo desconocido y se dispuso a dar media vuelta
y salir corriendo a toda velocidad...

Pero había una figura parada detrás de ella. Aparentemente se
trataba de la tercera criatura cuyo regreso aguardaban sus
compañeros con impaciencia. "Era un poco más alta que yo",
explicó la señorita Nakayama al periódico Fukunichi, "con un
rostro alargado que ocupaba dos terceras partes de su cuerpo y
facciones semihumanas" que sin saberlo, correspondían a las de la
antigua y enigmática estatua que se erguía a unos pocos kilómetros
del lugar.

Haciéndose a un lado, presa del temor, Akiko vio como aquel ser
caminaba con gran dificultad para reunirse con su semejantes en el
arrozal seco. El objeto anaranjado en el cielo comenzó a
descender hasta que los tres seres se hicieron indistinguibles por el
resplandor anaranjado, que iba acompañado por un zumbido muy
tenue. El objeto se elevó para unirse al enjambre de luces
anaranjadas que seguían haciendo maniobras en el cielo y que
deleitaban a más de 400 testigos en tierra, según señalarían los
medios noticiosos posteriormente.

Akiko salió corriendo por el callejón, presa del miedo y del llanto,
hasta regresar al automóvil donde sus amigos la aguardaban con
impaciencia. Su encuentro cercano había durado un total de diez
minutos. La testigo encontró que sus familiares y amigos no
creyeron su experiencia, y que los vecinos se ensañaron contra
ella. Por suerte, el enjambre de luces visto sobre la aldea de
Hoshimachi había sido presenciado por testigos de elite – la
tripulación de un interceptor Grumman A-6 de los Marines, que
maniobraba sobre las nubes, afirmó haber visto tres objetos
resplandecientes que se alejaban de la zona en formación
triangular.

La señorita Nakayama jamás había visto la estatua del Inu-Ningen ni
tenía conocimiento de ella, pero al ver fotografías, confesó que el
parecido entre la enigmática y milenaria estatua con el ser que
pudo ver frente a ella era estremecedor. El ambiente de aquella
época estaba totalmente saturado de las afirmaciones de Erich Von
Daniken sobre la presencia de extraterrestres en nuestro mundo y
por supuesto, la conexión entre la escultura del hombre perro y los
ovnis que visitaban Japón en aquel momento no tardó en aparecer.
¿Existía semejante nexo? ¿Habían vuelto los aliens a visitar una
zona del planeta que les había atraído hace unos mil setecientos
años, y que había resultado en la conmemoración de su visita por la
antigua cultura japonesa? El Inu-Ningen sigue ahí – reservando sus
secretos, como su prima la Esfinge.



De nuevo con los militares...



Los ovnis siempre han manifestado un interés especial en los
conflictos bélicos humanos, ya sea como seres extraterrestres que
estudian las guerras de una cultura primitiva, como afirman algunos,
o como criaturas que se nutren de la energía generada por las
muertes violentas en el campo de batalla, como señalan otros. Cabe
señalar que las guerras frías y las tensiones generadas durante las
mismas también parecen ser de su interés o agrado, a juzgar por la
actividad anómala que se produjo sobre una de las regiones
políticamente más tensas del mundo: la península coreana.

Desde la guerra de Corea en la década de los ’50, la montañosa y
fría península coreana se ha visto dividida en dos estados, Corea
del Norte, comunista y dominada por una dictadura inmisericorde, y
Corea del Sur, estado moderno de gran importancia estratégica.
Potencias militares y económicas – China, Rusia y Japón, rodean la
península y ejércitos patrullan la línea divisoria entre las dos
repúblicas, una frontera volátil en donde puede desatarse una
guerra en cualquier momento si llegara a malinterpretarse alguna
señal del lado contrario.

El 11 de noviembre de 1973 una torpedero perteneciente a la
marina surcoreana surcaba las tormentosas aguas del Mar Amarillo
con la misión de interceptar cualquier embarcación norcoreana que
osase traspasar el mar territorial de la republica sureña.
Repentinamente, el radarista de la embarcación anunció al capitán
que se les acercaba un objeto: Posiblemente un interceptor
norcoreano con la misión de hundir la nave. El supuesto avión
militar se acercaba al torpedero a velocidades supersónicas y a no
más de 100 pies por encima de la mar embravecida.

La tripulación del torpedero estaba paralizada: Su velocidad era
insuficiente para huir del interceptor y alcanzar la seguridad del
puerto de Inchón. No les quedaba más remedio sino aguardar a
que el avión norcoreano disparase sus proyectiles contra ellos...

Pero el objeto voló directamente sobre el torpedero, y los
tripulantes pudieron ver que no se trataba de ningún avión ni
helicóptero, sino "un objeto metálico calentado casi hasta el punto
de fundición; un color rojo cereza emanaba de superficies que
eran lisas y uniformes. El objeto tenía la clásica forma de platillo – un
objeto chato y redondeado con una prominencia en su centro",
según el informe que redactaría el escritor Raymond Drucker para
el ejemplar de junio de 1976 de la revista SAGA.

El torpedero intentaba regresar a su puerto a una velocidad
máxima de quince nudos por hora mientras que el extraño aparato
lo seguía a una distancia prudente aunque cambiando posiciones
frecuentemente. Al paso que el buque patrulla se acercaba a la
costa coreana, el objeto sencillamente desapareció.

La incómoda presencia del fenómeno ovni en una zona de alta
sensibilidad militar se remontaba hasta la guerra coreana de 1950 –
1953, con apariciones posteriores, como los cuatro objetos
capturados por los radares de la estación Pyongtaek a 67.000 pies
de altura en 1959, desplazándose a velocidades imposibles para los
aviones de la época. En 1968, coincidiendo con la guerra en
Vietnam y la captura del buque espía USS Pueblo por Corea del
Norte, luces rojas sobrevolaron la "zona desmilitarizada" – la
demarcación entre el norte y el sur – en grupos de tres y cuatro,
contra las que se abrió fuego repetidas veces.

Tal vez el caso más sensacional de la presencia ovni en la
península coreana sea el caso sucedido el 11 de marzo de 1974,
cuando el sargento Yong Hwang, de guardia en un depósito de
vehículos en Yongdongpo, a las 01:30 horas escuchó la voz de otro
centinela que irrumpió por la radio que el sargento llevaba en el
cinturón. El centinela exclamaba con gran azoro que "había algo en
el cielo" a más de mil pies de distancia, al final de una larga hilera de
vehículos militares. Hwang salió a investigar y pudo ver con sus
propios ojos una refulgente forma cilíndrica, del tamaño
aproximado de un camión, que se cernía sobre un sembradío de
arroz. El sargento prohibió terminantemente que el centinela
abriese fuego contra el intruso, que permanecía inmóvil, y se
dispuso a meterse en su Jeep para aproximarse al objeto fusiforme.

Al paso que el coche militar se acercaba al objeto – con los faros
prudentemente apagados – el ovni comenzó a alejarse. El sargento
Hwang no tuvo dudas en ningún momento de que el vehículo
estaba bajo control inteligente, y aceleró la marcha para
perseguirlo. El cilindro resplandeciente seguía alejándose, como si
estuviera consciente de estar jugando un juego del gato y ratón.
Hwang hundió el acelerador del Jeep hasta el piso, conduciendo a
120 km/h, dispuesto a alcanzar el intruso a toda costa. Pero el mal
estado de la carretera causó que el coche militar se saliese del
camino para estrellarse en la cuneta. Herido y con pérdida de
conocimiento, Hwang no descubriría hasta mucho más tarde – en el
dispensario militar – que el cilindro había sido avistado a las 01:56
hrs. por elementos militares norteamericanos y posteriormente
rastreado por el radar militar de Kimpo.



Treinta años después



Los casos que hemos visto hasta el momento corresponden a la
actividad ovni que correspondió a las oleadas de la década de los
’70, cuando el fenómeno estaba a la orden del día en la mayoría de
los países del mundo. Aunque se seguirían produciendo casos
espectaculares – el avistamiento de un gigantesco ovni en China en
la década de los ’80, el encuentro entre un avión de línea de la
Japan Air Lines y una "nave nodriza" sobre Alaska en 1986 (*) y
otros casos más – estos no tendrían la trascendencia de los casos de
anteriores. La actitud hacia el fenómeno ovni en estos países es
marcadamente distinta a la de occidente: En 1992, la China UFO
Research Organization (CURO), afiliada a la China Association for
Science and Technology, podía jactarse de tener 3.600 miembros
formales y casi cuarenta mil ayudantes de investigación – cifras casi
inimaginables para BUFORA en el Reino Unido o MUFON en
EE.UU. En enero de 2000, el ex ministro de aviación de la
República China aseveró que la frecuencia de los avistamientos
sobre los grandes centros de población de su país había resultado
en que se le prestara una atención "muy seria y cuidadosa" al
fenómeno ovni. El interés oficial del gobierno chino a través de
estos organismos paraestatales ha causado preocupación en
occidente, como puede apreciarse en un documento desclasificado
de la Defense Intelligence Agency, que informa sobre la reunión
nacional de la CURO celebrada el 16 de abril de 1992 y el respaldo
gubernamental hacia dicha actividad.

La postura japonesa sobre el fenómeno ovni es más contradictoria,
debatiéndose entre el hermetismo y la promesa de dar a conocer
"todo lo que sabe" sobre los no identificados. En 1993, Johsen
Takano, delegado japonés al grupo SEAT (Society for
Enlightenment and Transformation, afiliado a la ONU), leyó una
misiva del vicepremier de su país, prometiendo que el gobierno
japonés estaba a punto de dar pie a una serie de reformas que
cambiarían el destino de la humanidad con la divulgación de "todo
lo que se sabía sobre los OVNI". La prueba fehaciente de esto
sería el establecimiento de un museo OVNI en Hakui City para
concientizar al pueblo sobre el gran enigma de los cielos, pero el
museo se vio envuelto en controversias y el proyecto, a pesar de
haberse concretado, resultó ser una fuente de desilusión para
investigadores ovni en todas partes del mundo.



(*) El capitán Terauchi afirmó haber visto una enorme nave
nodriza, diciendo que la brillantez del objeto era tal que la cabina
de vuelo se inundó de luz. Las consecuencias de su afirmación
tuvieron malas consecuencias para el ex aviador militar, y
posteriormente dijo que había visto "a Venus o Júpiter".

....................

fin.

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